Esta mascarilla contiene aloe vera y aceite de aguacate. Nutre, hidrata y suaviza.
Todo es exactamente igual que con la mascarilla de argán, y remito a esa reseña para más detalles. Con la de aguacate se repite lo del rarísimo y desagradable tacto plasticoso, como de goma (tanto en la textura de la mascarilla como luego en el cabello una vez seco). Visualmente no me dejaban el pelo mal ninguna de las dos, pero ahí influía sin duda que el mío se queda bien con casi cualquier cosa. Y aun así, anda que no hay mascarillas que me lo dejan mil veces mejor. Recalco lo del tacto plasticoso. Ídem con el olor: no huele mal pero no hay comparación con las gamas antiguas de Herbal Essences, cuyos productos olían todos a gloria.
Contiene 250 ml y cuesta 6 euros. PEDAZO DE TIMO siendo mascarilla de supermercado, cuando por 8-10 euros tienes la mascarilla de leche de Fanola que es una pasada, profesional, lleva litro y medio y huele que alucinas a caramelo o nata, y por 5-7 euros venden la de 500 ml.
Herbal Essences se ha lucido con esta renovación de sus productos. Yo prefería infinitamente los antiguos, los de los envases de colorines. Claro: ahora son bio, sostenibles, ecológicos y todo el rollo... pero los resultados en el pelo = nada que ver. No volveré a comprar nada de estas gamas actuales; ya podría verlos a 1 euro que los tengo vetados. Por el contrario, si veo en alguna tienda excedentes de los antiguos, con esos sí pico.
Como siempre, esto es mera opinión personal. Habrá a quien le funcionen de maravilla, así que fenomenal.
NOTA: 4 / 10
Las otras "joyitas", los de argán