viernes, 27 de enero de 2017

Prebase de sombras de ojos "Original" - Urban Decay

Esta es la última de las cuatro prebases de Urban Decay que he estado utilizando estos cuatro años (entre 6 y 11 meses por prebase). Si bien no las usaba para diario, cada una me ha durado un montón y eso que eran "muestras", que si llegan a ser el tamaño normal...

A finales de 2014 empecé a usar la Sin, le siguió en 2015 la Eden, 2016 con la Anti-Aging, y actualmente estoy con la Original.

Teniendo en cuenta que por 48 euros obtuve la espectacularmente preciosa Naked 3 (mi paleta favorita de sombras de ojos), y de regalo estas cuatro "muestras" que me han durado cuatro añazos.... lo considero dinero más que amortizado.

He reseñado las otras tres prebases, y reitero que mi favorita sin duda es la Sin, seguida por la Eden. La Anti-Aging ni fu ni fa, al igual que la actual.

"Original" la estoy usando desde hace poco (calculo que me durará hasta verano o un poco antes), y como su nombre indica es la prebase original de las cuatro, la genérica. Aporta un tono carne semi-transparente y al igual que las otras, fija las sombras intensificando su tono y prolongando su duración.

Se me hace muy similar a la Anti-Aging en el sentido de que no la noto cubriente, a diferencia de la Sin y la Eden. No veo que realce ni que aporte un acabado bonito muy notable, como hace Sin con su alucinante brillo y su bellísimo color champagne rosado, y Eden con su tono carne muy visible y que deja la zona super pulida y luminosa (para el arco de la ceja me parece Dios).


En la foto se ve claramente. La Original casi ni se ve, comparada con el espectacular acabado de Sin, y la también carne pero mucho más cubriente y pulida Eden. A efectos estéticos, la Original para mí es como no echarse nada.

Tampoco me convence su textura; siendo mucho más ligera y cremosa que Sin y Eden. En ese sentido es también muy similar a la Anti-Aging. Habrá quien prefiera esta textura pero yo me quedo con las densas Sin y Eden, que además, al ser tan hiper-cubrientes tenía que aplicar poquísima cantidad y ambas me duraron muchos más meses que la Anti-Aging, con la que tenía que aplicar más producto al ser tan ligerita, y se me acabó en pocos meses.

Como prebase en sí; excelente como las otras tres. Realmente fija las sombras y éstas no se mueven del sitio en todo el día, llueva o truene y ya llevemos un sombreado natural o el más elaborado e intenso de los ahumados. Pero en acabado visual ya digo que mi reina sigue siendo la Sin, seguida por la Eden.

Junto con la Anti-Aging, Original es la que menos me ha gustado de las cuatro. Cuando la termine, muy probablemente compraré la Sin o la Eden. La Sin la han renovado y ahora se llama "Minor Sin" y según he visto en fotos el acabado es ligeramente diferente; ya lo veré cuando la pruebe en la tienda. Si no me convence, me llevaría la Eden.

Y con esta reseña finaliza mi impresión sobre las cuatro "muestras" de Urban Decay. Ya la próxima vez que comente una prebase de sombras, será que la he comprado en su tamaño comercial. Y a falta de sorpresa de última hora, ya digo que tiene toda la pinta de que compraré una de las de Urban Decay. Quitando que visualmente unas me gustan más que otras, como prebases de sombras de ojos me han encantado todas.

El precio de venta de cada prebase es de 21 euros. No me parecen caras teniendo en cuenta su calidad y los resultados que dan, y que si a mí cada muestra me ha durado entre 6 meses y casi un año, miedo me da lo que durarán sus tamaños normales.

NOTA: 8.5 / 10

miércoles, 25 de enero de 2017

Discos desmaquillantes - Kyrey (Consum)


Los discos desmaquillantes no tienen mucho misterio y la inmensa mayoría salen buenos... aunque es posible encontrar horrores como éstos de Mercadona, que se deshacen que da gusto.

A diferencia de esos, me encantan los de Carrefour y los de LIDL. Y a esos dos, ahora he de sumar los de Consum. Son de Kyrey; la cual es la marca blanca en cosmética de ese supermercado.

Son los que estoy usando actualmente, aunque como se ve en la foto, ya estoy a punto de acabar el paquete.

Al igual que los de Carrefour y LIDL estos discos son "duritos", consistentes. No se rompen ni se deshacen durante todo el proceso de limpieza, al tiempo que son suavísimos y retiran el maquillaje / suciedad a la perfección.

A falta de seguir probando discos de otras marcas tengo claro que con éstos de Consum repetiría, al igual que con los dos mencionados. No he usado más cosas de la marca Kyrey, pero ya digo que estos discos van perfectos.

El paquete contiene 120 discos que a mí me dan para entre tres y cuatro meses, y al igual que las otras marcas no supera el euro de precio. Fenomenal. 

NOTA: 10 / 10

lunes, 23 de enero de 2017

Toga (alisa sin daño)


La toga es un método casero para alisar el pelo sin dañarlo nada, pues no se necesitan aparatos de calor. Muy popular y clásica: ya se la hacían nuestras madres y abuelas antes de que se inventaran las planchas. Incluso la realizaban en peluquerías. Su época de furor fueron los años 70, donde a falta de los aparatos modernos la toga era la salvación para las mujeres que querían lucir cabello liso (las más valientes hasta se lo alisaban con la plancha de la ropa). 

Pese a su antigüedad, la toga no ha perdido vigencia debido a sus geniales resultadosMuy indicada para cabellos que ya son bastante lisos (como el mío, que es el típico liso por arriba y ondulado en las puntas). Melenas semi-lisas y onduladas obtendrán resultados 100% satisfactorios. En cabellos rizados o muy rizados no sé si funcionará; todo es probar.

  • Primero hay que lavar el pelo, pues la toga requiere que esté limpio y mojado. Antes de empezar a hacerla puede usarse algún spray o sérum de alisado, aunque yo nunca aplico ningún producto y me funciona de 10.
  • Una vez tenemos el pelo recién lavado y húmedo, lo desenredamos a la perfección.
  • Colocamos un rulo (cuanto más gordo mejor) en la parte alta de la cabeza.
  • Hacemos la raya a un lado, cogemos todo el pelo en un mismo mechón y lo vamos liando alrededor de toda la cabeza, de un lado a otro y peinándolo muy bien para que quede estirado. Para que no caiga ni pierda el liso iremos sujetando el pelo con pinzas, de forma suave pero firme.
  • Al terminar quitamos el rulo y enroscamos el mechón como hemos hecho con el resto del pelo: quedará rodeando la cabeza como si fuera un turbante
  • De forma opcional, ahora podemos colocar una redecilla. Esperar unas horas (1, 2, 3... dependiendo de lo rápido que seque nuestro pelo, y recordar que cuanto más tiempo lo dejemos más liso quedará) hasta que esté completamente seco. Luego repetir lo anterior en sentido contrario a como lo hayamos hecho la primera vez: si llevamos el pelo hacia la derecha pues ahora hacia la izquierda. De nuevo, esperar hasta que se seque ese lado. Para acelerar el proceso podemos pasar un poco el secador en aire frío (es tontería dar aire caliente si justo lo que buscamos con la toga es evitar dañar el pelo con calor). 
  • Una vez secos los dos lados, quitamos las pinzas y ya está: pelo super liso y además con mucho volumen.


NOTA: yo no me hago lo del rulo y directamente paso al punto siguiente: me hago la raya lo más al lado posible (prácticamente en la oreja) y a partir de ahí voy llevando todo el pelo hacia un lado, rodeando la cabeza, al tiempo que lo voy sujetando con las pinzas. Y tampoco hago lo de repetir el proceso en el otro lado: a mí ya me queda lisa toda la melena haciéndolo solo en un lado -por eso hago la raya tan a un extremo; porque así me permite dejar agarrado todo el pelo de una vez-. Tampoco me pongo redecilla ni uso secador. 

Por tanto, reduzco bastante el tiempo del proceso. Y pese a que leyéndolo pueda parecerlo, en la práctica no es engorroso ni lleva trabajo. Yo tardo un par de minutos en hacérmelo y luego ya es esperar unas pocas horas a que se seque el pelo mientras veo una película, leo, juego a un videojuego, etc. No me conlleva ninguna dificultad ni rollazo, y me compensa esperar ese tiempo y a cambio no destrozarme el pelo con aparatos.

Mi forma de realizar la toga se inspira en este vídeo (explicado de maravilla por la chica). Ella tampoco hace lo del rulo.


Una vez quito las pinzas, mi cabello está completamente liso y con un volumen que flipas. La última vez que me la hice fue hace unas semanas que me fui tres días fuera, y me la realicé la noche antes y dormí con ella puesta (ésto no creo que vuelva a hacerlo: es incómodo por las pinzas, por lo que prefiero dejármela puesta cuando no esté durmiendo). A la mañana siguiente retiré las pinzas y el alisado me duró los tres días, hasta que regresé y me lavé el pelo.

Plancha usaré tres veces al año (literal) y secador jamás, pues tengo la inmensa suerte de que mi pelo lavado y secado al aire ya se queda con forma bonita -liso hasta los hombros y puntas suavemente onduladas-, y en consecuencia no necesito pasar mil horas en el baño moldeándolo para llevarlo bien. Pero en alguna ocasión puntual en la que me apetece alisarlo en plan tabla, la toga es muy buena opción

Quitando que has de tener tiempo para dejarla puesta, la toga es perfecta pues consigues un alisado perfecto y con mucho volumen y cuerpo, con el plus de que no quema ni daña nada el cabello.

Obviamente, solo recomiendo la toga para ocasiones muy puntuales y donde vayamos sobradas de tiempo. A una mujer que quiera alisarse el pelo todos los días o muy a menudo está claro que la toga se le va a hacer un rollazo, y en esos casos sí es preferible optar por planchas. Al igual que si un día decides que te lo quieres alisar a última hora; caso en el que la toga es imposible, por las horas que requiere.

jueves, 19 de enero de 2017

Desodorante Dream vainilla y macadamia - Tulipán Negro


Ya comenté el gel de ducha y la crema corporal de la colección vainilla y macadamia Gourmand Intensity, de Tulipán Negro. Ambos me vuelven loca (desde que descubrí el gel he repetido y repetido, y con la crema haré lo mismo). 

Desgraciadamente, el desodorante no me ha entusiasmado nada. 

Es en spray, y no contiene parabenos ni sales de aluminio. También especifica que NO es antitranspirante. Muy sanito y tal... lástima que como producto sea una chufa.

A mí sinceramente; todos esos bulos de hinterné con 0 certeza científica sobre que los desodorantes antitranspirantes, las siliconas capilares, las barras de labios, la leche, la carne, despertar por las mañanas, bailar la sardana, el sexo oral (ésta no es broma) y que toooooodo es mortalmente peligroso para nuestra salud, me importan un atún mientras dichas "informaciones" no provengan de fuentes serias y Sanidad no tome cartas en el asunto. Hasta entonces yo quiero desodorantes con eficacia máxima, y eso me lo consiguen los antitranspirantes. 

Éste de Tulipán Negro no lo es, y lo noto. Protege (durante el poco tiempo que dura), pero no tiene nada que ver con un Rexona, por ejemplo.
Y a diferencia del gel de ducha y la crema corporal de la misma gama, que los hueles y es para desmayarse de amor... el desodorante no me huele nada o casi nada a vainilla. Tiene un aroma muy muy intenso y cálido pero no es ni de lejos el mismo que el del gel y la crema. De hecho, no solo NO me huele a vainilla sino que me parece que tiene un olor FORTÍSIMO y cargante. No es que sea desagradable, pero tampoco me gusta. Me huele a perfume fuerte y rancio de esos conocidos como "de vieja". 

Por suerte, una vez aplicado, el olor que deja en la piel es mucho más sutil. Y obviamente esto de los olores es muy personal y seguramente a otras personas el producto les huela de maravilla. Pero para mí no tiene nada que ver con, por ejemplo, un desodorante que comenté de coco y vainilla de LIDL, que ese sí que olía que te mueres.

A su nula fragancia a vainilla y su eficacia normalita como desodorante, hay que sumar lo incómodo de su enorme tamaño si por ejemplo queremos llevarlo en un bolso o de viaje: es tan largo que ocupa medio bolso / mochila. Por eso siempre he preferido los desodorantes en roll-on: su pequeño formato es super práctico para ese menester.

Menuda diferencia con mi anterior desodorante roll-on de Rexona. El de Tulipán Negro lo seguiré usando hasta terminarlo, a ver si lo gasto pronto. O compraré uno nuevo, ya veré.

Contiene 200 ml y rondó los 2 euros de precio. Muy barato y mucha cantidad, pero para lo que hace...

Tengo claro que de esta colección seguiré repitiendo con el gel de ducha y la crema corporal, pero el desodorante no quiero verlo ni en pintura. 

NOTA: 0 / 10

lunes, 16 de enero de 2017

Coloración permanente sin amoníaco Olia (negro azulado) - Garnier


Olia de la marca Garnier es una coloración permanente sin amoníaco. En lugar de amoníaco, el 60% de su composición consta de aceites florales naturales y potenciadores del color que proporcionan el máximo poder colorante a la vez que cuidan el cabello. De hecho, la publicidad de este tinte asegura que mejora visiblemente la calidad del pelo. El color es fiel y no desaparece con el tiempo, cubre completamente las canas, aclara hasta 3 tonos y promete aumentar el brillo en un 17% y la suavidad en un 35%.

Cuando dicen que un tinte contiene aceites, la gran mayoría de veces están concentrados en el acondicionador que se usa tras el lavado. Sin embargo, en Olia los aceites se concentran directamente en el oxidante y el colorante, actuando como el motor que maximiza el proceso de coloración. El aceite juega un papel esencial y activo en el proceso de coloración, y no únicamente en el tratamiento posterior.

Me lo apliqué el pasado 1 de enero y ME QUIERO CASAR CON ÉL. Todo lo que afirma su publicidad es cierto. No daña nada el cabello, y será casualidad o no, pero desde que me lo apliqué me noto el pelo más suave, lustroso y con más cuerpo. Y el negro azulado: hiper-brillante e intenso, precioso. En serio: desde que me puse este tinte, me miro el pelo y babeo. Respecto a la duración, hace 16 días que lo llevo y el tono sigue intacto, a diferencia de otros tintes negro azulado que ya me habrían perdido un poquito de intensidad y más ahora, que me decoloré hace escasos meses y ya sabemos que el pelo recién decolorado escupe el tinte que no veas. 

Eso que dicen de que los tintes sin amoníaco no cubren ni duran tanto como los que sí lo llevan... no será con Olia, pues reitero que ha pasado medio mes y el color lo llevo intacto. Y el negro super intenso y canas cubiertas al 100%. Si encima sumamos que es más beneficioso para el pelo y que no lo daña nada, pues echa cuentas.

Incluye un tratamiento acondicionador del color, que aparte de aplicarlo después de teñir, debido a su cantidad da para unas cuantas aplicaciones más.

Con una caja me dió de sobra para toda la melena. Y el colofón: cuesta unos 8 euros, pero lo adquirí por 5.35 en una tienda de mi barrio.

Repetiré con él, se ha convertido en uno de mis tintes predilectos. Lo malo: mi color (2.1 Negro Azulado) es super difícil de encontrar. En toda mi ciudad incluyendo centros comerciales y perfumerías de franquicia y de barrio, el negro azulado solo lo he visto en DOS sitios: un Carrefour y hace siglos; de hecho creo que ya no lo traen, y la tienda de mi barrio donde lo encontré de pura casualidad. Con el negro normal y resto de tonos no hay problema y los tienen en todos lados, pero el Olia negro azulado reitero que no lo veo. A ver si un día hago tour de perfumerías y centros comerciales y lo encuentro, y así tener fichado más de un sitio donde lo tengan. No en vano, hasta me estoy planteando ir a la de mi barrio y hacer acopio de cajas, por si no lo volvieran a recibir.

NOTA: 10 / 10

EDITO para mencionar que tras pasar meses y meses sin volver a ver el negro azulado en ninguna tienda, me puse en contacto con Garnier y me dijeron que ya no lo fabrican. Menudo disgusto, con lo fenomenal que me fue. El negro normal sí lo siguen vendiendo.

domingo, 15 de enero de 2017

Dream Mousse Blush - Maybelline New York


Un clásico en mi vida, se me rompió el corazón cuando lo retiraron: el colorete en mousse de Maybelline New YorkLo lanzaron hace varios años, en 2005 aproximadamente, y hace unos 5 o más dejó de comercializarse para dar paso a nuevos: su sustituto fue el colorete en crema Dream Touch Blush (que tampoco está ya a la venta).

Dream Mousse Blush era un colorete encantador. Su pequeño y coqueto tarrito albergaba un producto maravilloso, pues esa textura mousse era fabulosa a la hora de trabajarlo. Facilísimo de aplicar, era perfecto para las que no tienen mucha maña o les da pereza usar pinceles. Se aplicaba y difuminaba con los dedos, aunque por supuesto, también podías utilizar brocha. Muy cómodo y práctico pues hacía posible la aplicación y retoques en dos segundos y tan solo con los dedos. Muy modulable la intensidad de color, dependiendo de la cantidad y pasadas que diéramos.

Quedaba PRECIOSO puesto. Mi tono favorito fue el "Mauve Magique" (foto inferior): su nombre engaña pues no era malva, sino un bellísimo rosa frambuesa que favorecía lo indecible. No quedaba brillante pero era muy luminoso. Tuve un par de tonos más, pero como el Mauve Magique, ninguno. Lo compré varias veces y le guardo muchísimo cariño.

Su punto flaco era la duración, al igual que el resto de productos mousse de Maybelline como la base y las sombras de ojos. En mi piel no aguantaba más de 4 horas. Aunque no me molestaba tener que retocar, y compensaba con creces lo maravilloso que quedaba puesto y lo práctico de su formato y facilidad de uso.

Costaba unos 8 euros. Actualmente todavía puede conseguirse en alguna página como Ebay, lo cual me he planteado en más de una ocasión. Hay coloretes mejores, pero la nostalgia me puede. OJO con los precios abusivos que piden por él en algunos sitios, aprovechando el tema del "coleccionismo" y que es un producto ya imposible de encontrar en tiendas físicas.

NOTA: 10 / 10

jueves, 12 de enero de 2017

Look mítico de Megan Fox


Hoy voy a recordar este look de la diosa Megan Fox. Lo llevó durante el estreno de la película "La Conspiración del Pánico" en 2008, en Los Angeles. Tenía 21 años. 

Para mi gusto, es el MEJOR look que ha lucido en eventos de ese tipo. Nunca la he visto tan ESPECTACULAR (y mira que es difícil no verla así). Pero es que en estas fotos, Megan era de otro planeta.

No en vano, pertenece a la época en la que todavía no había empezado con sus dichosas e innecesarias operaciones de cirugía estética (sí se había hecho labios y probablemente alguna cosa más, pero aún le lucía la cara natural y no había empezado con ese no parar de operarse toooodo: bótox, pómulos, párpados, nariz, más labios, pechos y a saber qué más... como lleva años haciendo). Se ve que a la chica le gusta lucir artificial y desprenderse de ese rostro tan increíble que tenía, así como echarse 10 o 15 años más. Es que no concibo cómo se puede tener el rostro de estas fotos y operarse, en serio.

Físicamente, ésta fue la época de gloria de Megan. Actualmente sigue siendo pibón, pero no tiene nada que ver con cómo fue en estos años, que repito: no era de este planeta. 

Lució tipazo con ese vestido tan sexy: negro, corto, ajustado y con escote palabra de honor. Y el collar de turquesas le quedaba sensacional. Además, doy fe de que con pelo negro o muy oscuro el azul turquesa queda fantástico, ya sea en ropa o en bisutería. Yo soy FANÁTICA de ese color / piedra.

Otro de los puntos fuertes: esa melena oscura y ondulada que le peinaron de forma tan voluminosa, desenfadada y salvaje. Aportaba el toque sexy definitivo al look.

El maquillaje también es fascinante y ultra-favorecedor, con tonos marcados pero suaves para no recargar el resto del conjunto. El labial es precioso.

Lástima que Megan ya no va a volver a lucir así nunca más (ahora mismo solo tiene 30 años y podría haber seguido igual e incluso mejor, y si no mirar a gente como Katheryn Winnick o Pilar Rubio, que rozan los 40 y siguen diosas totales). "Vivan" las cirugías innecesarias y qué "lista" has sido, Megan.


La Megan actual (o la mujer de plástico)

martes, 10 de enero de 2017

Long-Wear Gel Eyeliner - Bobbi Brown


Este producto me cambió la vida. O al menos, mi vida en cuestión de maquillaje.

Llevo años que para hacerme la raya negra me pasé a los delineadores en gel, debido a que los lápices no me duran nada y me dejan el negro poco intenso (salvo alguna honrosa excepción). Harta de esa situación decidí probar los novedosos eyeliner en gel cuyo formato es tarrito + pincel, y que aseguran dejar una raya ultra-intensa y durar todo el día como recién puestos. Probé, y desde entonces no puedo vivir sin ellos.

El gran pionero de los eyeliner en gel fue el de la prestigiosa firma estadounidense Bobbi Brown, y fue el primero que tuve. Desesperada por conseguir una raya negra intensa y duradera y animada por su excepcional fama decidí comprarlo, y bendito el día.

Es un delineador en tarrito que resiste al agua, sudor y humedad. Ultra-pigmentado, es muy fácil de aplicar y no mancha ni pierde intensidad. Se aplica con pincel específico para este tipo de delineadores. 

Gracias a este fantástico producto pasé de que la raya negra se me corriera enseguida, a llevarla como recién maquillada pasaran 4, 8 o 12 horas. Y queda HIPER-NEGRÍSIMO. Desde entonces ya digo que no me puede faltar un eyeliner en gel. 

Lo he comprado dos veces, y cunde de lo lindo: usándolo a menudo cada tarrito me duraba sobre los dos años. Contiene 3 gramos y cuesta 25 euros. Puede parecer caro en comparación con otros, pero teniendo en cuenta sus resultados y lo que dura, se amortiza con creces y al final resulta incluso barato.

Una cosa he de decir; y es que siempre amaré este producto por haberse tratado de mi primer eyeliner en gel. Pero resulta que con los años le han ido saliendo "alumnos" en otras marcas, y algunos le han llegado a igualar de pleno.

Yo estoy usando ahora mismo el eyeliner en gel de Maybelline -segundo bote que llevo, comentado aquí-, y en mi experiencia es igualito que el de Bobbi Brown. Y costando 8.45 euros -incluyendo el pincel, cosa que el de Bobbi no- en lugar de los 25 del de Bobbi, puesssss... El Intenza de L´Oreal (9-10 euros) no lo he probado todavía pero he leído opiniones que lo mismo: que es excelente y no notan diferencia entre ese y el de Bobbi.

Eso sí: pese a que actualmente existan eyeliners en gel excelentes y más baratos, yo tarde o temprano SÍ volveré a comprar el de Bobbi Brown, aunque solo sea por tema nostálgico. Resultados excepcionales aparte, ya digo que fue mi primer eyeliner en gel, y el primer producto con el que conseguí que la raya negra me quedara ultra-negrísima y permaneciera todo el día como recién puesta. Por ello le guardo amor infinito, y por supuesto, repetiré.

Ahora mismo tengo el de Maybelline en las últimas, y cuando lo termine estoy entre probar el de L´Oreal o comprar el de Bobbi.

NOTA: 10 / 10

domingo, 8 de enero de 2017

Colección Hidratación Profunda - Herbal Essences


Esta línea de Herbal Essences era la antigua "Hola Hidratación" y tiempo después le cambiaron el nombre a "Hidratación Profunda" (o al revés). La gama se compone de champú, acondicionador y mascarilla.

Con coco hawaiano y extracto de orquídea como ingredientes estrella, prometen hidratar el cabello en profundidad, por lo que están indicados para pelo seco y/o teñido. Los tres son de un brillante color azul celeste al igual que los llamativos y bonitos envases con ese aspecto tan veraniego. Huelen a coco y flor que es una GOZADA, siendo casi lo mejor de la gama. La fragancia que desprenden es super intensa y un placer mientras realizas el lavado, y dejan el pelo con un sutil olor exótico, dulzón, maravilloso.

ME CHIFLAN. En champús y mascarillas de supermercado son de lo mejor que he probado. Y tienen un olorrrrr.....

El champú me ENAMORA: super cremoso, hidrata muchísimo y mientras lo aclaras con agua ya se nota el pelo ultra-suave y deslizante. Se vende en formatos de 250 y 400 ml; siempre intento comprar el segundo. Solamente cuesta 2 euros; 3 el tamaño grande.


El acondicionador también es perfecto. Hidrata sin saturar, y es idóneo si nuestro pelo está bien y no precisa del cuidado intensivo de las mascarillas. Precio: como el champú. 


La mascarilla es genial. Hidrata intensamente y combinada con el champú deja el pelo fenomenal: nutrido, brillante, sin apelmazar y tremendamente suave. 

Lo único que no me gusta de ella es la poca cantidad que trae: solo 200 ml. Acostumbrada a mascarillas de 300 y 500 ml, se gasta en poco tiempo. Lo que hago para que dure más es no abusar con la cantidad. Además, si ahogamos el pelo en mascarilla lo único que conseguiremos es que quede apelmazado. Yo solo pongo kilos de mascarilla cuando me he decolorado el pelo y lo tengo destrozado e hiper-seco, pero si tengo el pelo bien, aplico una cantidad moderada.

Cuesta entre 3 y 3.20 euros. 

ADORO el champú y la mascarilla y he repetido varias veces con ellos; y también repetiría con el acondicionador.

Lo malo: no sé en otras ciudades, pero en la mía estos productos son complicados de encontrar. Actualmente solo los localizo en Carrefour o Alcampo, pero en perfumerías y pequeñas tiendas ya hace siglos que dejé de verlos. Y tener que irme al quinto pino para comprarlos... pffffff. Esa es la razón por la que no soy fija con ellos y voy cambiando a otros champús y mascarillas, porque si los tuviera más a mano tengo claro que siempre los compraría.

Curiosidad: he leído que algunas personas que han utilizado esta gama se quejan de que tras un uso prolongado les salieron reflejos azules en el pelo, presumiblemente a causa del colorante de los productos. No sé si será cierto y en caso de serlo entiendo que en cabellos rubios, rojos o castaños pueda ser una faena, pero a mí me viene de maravilla dado que me tiño de negro azulado.

NOTA: 10 / 10

jueves, 5 de enero de 2017

Bálsamo labial Soft Rosé - Nivea

Últimamente no tengo suerte con los bálsamos labiales. Ya comenté el anterior que tuve (este), el cual me decepcionó bastante... y ha vuelto a suceder con el actual.

Soft Rosé de Nivea es un bálsamo "hidratante" y "nutritivo" con aceite de jojoba y extracto de rosa. Proporciona una humectación "intensiva" y "prolongada" dejando los labios suaves y tersos. Además, aporta un sutil brillo rosado. 

Pues bien: al igual que el Liposan, este producto se me queda cortísimo a la hora de nutrir. En el instante de aplicarlo notas la capa húmeda e "hidratante" pero a partir de ahí, los labios están como antes de aplicarlo. Tiene una textura suave y agradable pero no se siente verdadera nutrición ni permanece en los labios. Es como no echarse nada.

Respecto al brillo rosado, es cierto que deja un leve toque de color... pero no me gusta porque es un rosa pálido que no me favorece en absoluto. De todas formas yo prefiero los bálsamos transparentes; cuando quiera color en los labios directamente los maquillaré.

Contiene 4.8 gramos y tan solo costó 1.50 euros en un Dealz, pero no compensa con esos resultados tan pobres.

Al igual que el Liposan, el Nivea lo he estado usando muchas veces cada día, para que se terminara pronto. Pese a ello, han sido 10 meses eternos con este despropósito. Por suerte lo he terminado hace nada. Claro que más tonta yo, porque para 1.50 euros que costó, me habría compensado más tirarlo y comprar otro.

Una pena, dado que Nivea es una marca que siempre me va fenomenal.

NOTA: 2 / 10

martes, 3 de enero de 2017

Lápiz de cejas Sourcil Précision - Bourjois



Este fantástico producto pertenece a la casa francesa Bourjois.

Define e intensifica las cejas a la perfección, es muy preciso, posee una textura genial (durito pero a la vez 100% suave y cómodo, no "rasca") y dura todo el día puesto. Incorpora mini-peine para peinar las cejas y difuminar la pintura del lápiz, consiguiendo un acabado muy natural.

Mi tono es el 01 Noir Ébène. Agradezco enormemente cuando las marcas fabrican productos para maquillar cejas en negro, pues la inmensa mayoría optan por el marrón como tono más oscuro, olvidando que existimos mujeres con cejas negras a las que nos queda perfecto este color y no necesitamos aclararlas ni maquillarlas en castaño. Poquísimas marcas hacen lápiz de cejas negro, por lo que, chapeau por Bourjois.

De hecho, los buenos lápices de cejas negros no son negros-negros, sino que proporcionan un negro muy suave y apagado, grisáceo, para dar un aspecto natural y no agresivo ni basto. Por negras que sean nuestras cejas, si las pintamos de negro negrísimo pareceremos unas chungas, o Blas de Barrio Sésamo.

Llevo con él un año justo -desde enero del año pasado- y lo uso siempre que me maquillo. Estoy a puuuunto de acabarlo: le queda menos de un centímetro de lápiz. Le doy poca vida, un par de meses como mucho.

Me parece un producto excelente, si bien los lápices de cejas tampoco tienen mucho misterio. Fueran de la marca que fueran; todos los lápices negros de cejas que he usado me han ido fenomenal: Calvin Klein, Bourjois, Essence... Precisamente el único chasco que he tenido fue con uno marrón de Yves Rocher, el cual usaba cuando me teñía el pelo de claro, y era un lápiz que se iba con mirarlo.

Su precio ronda los 8 euros en perfumerías. 

NOTA: 10 / 10

Edito en 2019 para mencionar que he repetido con este producto, me encanta.