Tras varios años utilizando delineadores en gel de tarrito y pincel, por variar me pasé a los lápices y rotuladores. Y como acabo de terminar el fabuloso rotulador Brushstroke de MAC (¡usándolo muchísimo ha durado dos añazos!), por cambiar otra vez, he decidido regresar al gel. La alternativa era volver a comprar el de MAC o probar el Tattoo Liner de Kat Von D, pero me pudo la nostalgia.
Mis eyeliner en gel favoritos son los de Maybelline, L´Oreal y Bobbi Brown. Los tres me funcionan igual de bien, con la diferencia de que el de Bobbi ronda los 24 euros y los otros no llegan a 10.
Decidí repetir con el de Maybelline y no me arrepiento de la decisión. Leer mi primera reseña, ya que todo es igual. Igual de excepcional: la raya negra queda hiper-intensa y me aguanta todo el día como recién puesta. Y no tanto pero en la línea de agua también resiste como un campeón (aunque cuando me pongo lentillas prefiero hacerla con lápiz, dado que con gel a veces entra alguna motita en el ojo y puede adherirse a la lentilla).
Lo único que ha cambiado con respecto a anteriores versiones que tuve, es que ahora el pincel aplicador es doble. Hace años solo tenía un lado aplicador y ahora son dos. Uno tipo esponjita más grande, y otro más pequeño y finito, parecido a los biselados.
Supongo que como las otras veces que lo he tenido, usándolo muchísimo volverá a durarme sobre un año o más, lo cual está fenomenal.
Lo alterno con el no menos excelente lápiz negro Tattoo Liner de Maybelline y con el lápiz negro Khol & Contour de Bourjois, al que le queda poquito. Eso sí: en un futuro no descarto repetir con la maravilla del Brushstroke.
Al igual que la primera vez que lo comenté, vuelvo a recomendarlo encarecidamente. Éste o el Intenza de L´Oreal, que también es soberbio. Y más caro, el de Bobbi.
Costó 8 euros y algo en Primor.
NOTA: 10 / 10
Las dos versiones de Maybelline que he tenido. Lo dicho: cambian la caja y el pincel.
Confieso otro motivo por el que he regresado a los eyeliner en gel: mira que soy más de Grecia, pero actualmente me hallo en plena histeria amorosa con el Antiguo Egipto, puesto que llevo dos meses con una viciada impresionante al espectacular videojuego Assassin´s Creed Origins, ambientado en esa época. A raíz de este enganchón me he comprado una biografía de Cleopatra, y en cuanto pueda me vuelvo a ver la Cleopatra de mi diosa Elizabeth Taylor. Y aprovechando que necesitaba delineador de ojos, quise retomar este formato inspirado en los antiguos que se aplicaban con kohl y palito.