Tras acabar mi protector solar (éste) -el cual me tenía encantada y encima lo conseguí a precio chollo- tocaba reponer, y el elegido ha sido de la marca Cien de supermercados LIDL. En general es una marca que me gusta bastante, muy en especial sus excelentes cremas faciales.
Gracias a ese protector de Babaria quedé enganchada al formato spray, y por eso fui directa a por éste. Es resistente al agua, hidratante y contiene vitamina E. Y lo más importante para mí: posee máxima proteccion, dado que es de factor 50. Yo ya soy morena y no necesito factores tan altos pero me da igual: ya nunca bajo de 30. Hace muchos años recuerdo que alguna vez compré "protector" de factor 2 o 4: sin comentarios (para eso no te pones nada).
Cumple su función a la perfección y protege la piel de quemaduras, irritaciones y rojeces. Claro que en ese aspecto mi piel no es problemática y nunca se quema, así que para evaluar mejor el producto sería más recomendable una piel más blanquita.
Los contras: cunde poco, menos que el spray de Babaria. Contiene 50 ml menos que yo creí que no se iban a notar, pero no sé si será la textura o qué, pues lo he usado pocas veces y ya llevaré gastada más de la mitad del envase (el de Babaria me duró un verano completo y parte de dos). El de Cien habiéndolo estrenado el mes pasado fijo que no pasará de agosto y tendré que comprar otro para lo poquito que quede de verano.
Y no estoy segura de que fuera el culpable, pero coincidió que lo estrené y me salieron granitos en rostro y cuello, los cuales desaparecían cuando pasaba días sin ir a la piscina y no usaba este producto. Tampoco descarto que lo provocara una cantidad excesiva de cloro u otro componente del agua, ya que en esa piscina el pelo se me pone como alambre y el tinte se va en un suspiro -me estoy cuidando el pelo una barbaridad porque si no, llego a septiembre con una escoba por melena-. Y eso que voy bastante poco, que si no...
Cumple su función a la perfección y protege la piel de quemaduras, irritaciones y rojeces. Claro que en ese aspecto mi piel no es problemática y nunca se quema, así que para evaluar mejor el producto sería más recomendable una piel más blanquita.
Los contras: cunde poco, menos que el spray de Babaria. Contiene 50 ml menos que yo creí que no se iban a notar, pero no sé si será la textura o qué, pues lo he usado pocas veces y ya llevaré gastada más de la mitad del envase (el de Babaria me duró un verano completo y parte de dos). El de Cien habiéndolo estrenado el mes pasado fijo que no pasará de agosto y tendré que comprar otro para lo poquito que quede de verano.
Y no estoy segura de que fuera el culpable, pero coincidió que lo estrené y me salieron granitos en rostro y cuello, los cuales desaparecían cuando pasaba días sin ir a la piscina y no usaba este producto. Tampoco descarto que lo provocara una cantidad excesiva de cloro u otro componente del agua, ya que en esa piscina el pelo se me pone como alambre y el tinte se va en un suspiro -me estoy cuidando el pelo una barbaridad porque si no, llego a septiembre con una escoba por melena-. Y eso que voy bastante poco, que si no...
Lo que más me ha decepcionado: pese a ser spray, el líquido que suelta no es de esos transparentes (spray-spray) que se absorben enseguida y casi no tienes ni que extenderlos: es crema blanca tal cual, como las leches solares de toda la vida. Y tengo que extenderla por todo el cuerpo con calma, tardando más tiempo. Traducción: lo mismo me habría dado comprar una leche clásica. Se supone que el spray solar tiene la ventaja de que se absorbe enseguida -como hacía el de Babaria, que eso era una maravilla-, pero éste es igual que las leches y se tarda lo mismo.
Cumple su función y es barato, pero por esos tres puntos no volveré a comprarlo. Aun así lo apruebo: que el envase dure poco no me parece grave teniendo en cuenta lo barato que es, los granitos no sé seguro si los causó él, y no me voy a morir por tardar un par de minutos en extenderme una crema.
Contiene 150 ml y cuesta 4.99 euros.
NOTA: 5 / 10