Este producto fue para mí uno de esos que te marcan. Era un champú nutritivo para cabello seco y dañado, de la veterana marca sueca Timotei. Formulado con miel y néctar de flor, prometía nutrir intensamente el pelo reseco.
Lo cumplía con creces: nutría hasta la exageración, sin dejar el cabello apelmazado ni grasiento. Es el champú más nutritivo que he utilizado hasta el día de hoy (y los he usado de todas las marcas e incluyendo profesionales de peluquería). No en vano, lo compré poco después de realizarme una decoloración que arruinó mi cabello, y con el tiempo consiguió recuperarlo y eliminar por completo la sequedad.
Con este champú, el pelo quedaba suavísimo e inmensamente nutrido; resultaba increíble mirarlo y tocarlo y pensar que hace nada había pasado por una decoloración bestia. Además, era ultra-cremoso y olía intensamente a miel. Era una verdadera gozada lavarse el cabello con este champú, por su textura y aroma. Y ya no digamos los resultados.
Solo costó 2.40 euros, y creo recordar que llevaba bastante cantidad (400 ml o por ahí).
Solo costó 2.40 euros, y creo recordar que llevaba bastante cantidad (400 ml o por ahí).
Por desgracia, hace años que ya no lo veo en ninguna perfumería. Timotei renovó sus productos y ahora los champús tienen otro diseño de envase, y esta variedad de miel y néctar de flor ya no existe. No he probado los nuevos y ojalá tengan algún champú tan increíble como éste, aunque soy pesimista...
Si se diera el milagro de volver a verlo en alguna tienda, no exagero si digo que compraría todos los botes que tuvieran. Lo echo de menos enormemente.