Tengo el pelo más facilón y menos exigente del mundo, y ello provoca que sea muy raro el producto capilar que me funciona mal (he usado champús y mascarillas de peluquería y los baratos de perfumería me van igual de bien y no echo en falta los otros). Pero aunque todo me suela ir bien, muy de vez en cuando encuentro alguna decepción, y si el otro día comenté esa mascarilla horrorosa de Druni, se le sumó este champú.
Hace tiempo comenté este champú de Timotei. Era fabuloso (de los mejores o el mejor champú que he usado nunca). Desgraciadamente hace varios años que no se fabrica: Timotei renovó sus productos y ahora los champús tienen otros envases, nombres y formulaciones.
Desde entonces no había vuelto a usar nada de Timotei, hasta que hace meses compré un champú de la actual colección.
Es de la gama Reparación Intensa. Diseñado para cabello muy seco o dañado, contiene extractos de argán orgánico y rosa de Jericó. Promete reparar la fibra capilar y reducir la rotura hasta en un 96%. No contiene parabenos ni colorantes.
Y NADA que ver con el anterior. Más bien el extremo: si el de miel y néctar de flor me dejaba el cabello perfecto en todo, con el nuevo Reparación Intensa el pelo se me quedaba FATAL. Apelmazado, lamido, reseco, sin cuerpo ni vida... un show, es que no había por dónde salvarlo. No sé si es que al no tener ahora el pelo seco ni estropeado, este champú fue demasiado para él. Pero no, porque por prevención (me tiño todos los meses) siempre uso champús y mascarillas nutritivos y reparadores y van genial. Así que no es excusa.
Contiene 400 ml y ronda los 3 euros. A veces lo veo en un pack que incluye el acondicionador. A mí me costó 1.50 en Dealz: por suerte no supuso un gasto resaltable, teniendo en cuenta que lo tiré a la basura tras usarlo tres o cuatro veces (demasiado duré).
Tras esta experiencia dudo mucho que vuelva a comprar un champú Timotei, a no ser que en un futuro los renueven y volvieran a ser tan buenos como el de miel y néctar de flor -lo dudo-.
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