Definitivamente me despido de la marca Nectar of Nature, al menos en lo que se refiere a productos de higiene capilar. Hace poco comenté aquí que no me convenció su gama nutritiva de mango y manteca de nuez. Pues hace escasas semanas, por emergencia de no estar en casa tuve que comprar otro champú y mascarilla, e ingenua de mí repetí con esta marca.
Esta vez me decidí por la gama para pelo teñido, formulados a base de higo y aceite de rosa. El atractivo envase y color rosa del champú no nos debe engañar, pues probablemente estamos ante el producto cosmético más desagradable que he utilizado:
NO SOPORTO SU OLOR. Me hace gracia porque nunca he sido una persona tiquismiquis con los olores cosméticos, pero el de este champú se me hace insoportable. Me huele como a detergente viejo o jabón pasado: no sabría definirlo pero es un olor a químico y rancio que se me hacía un dolor cada vez que lavaba el pelo. La mascarilla tampoco me chifla, pero siendo el mismo aroma es "algo" más soportable que el champú.
Una pena, porque el champú y la mascarilla de mango sí que huelen fenomenal.
Ya solo por el olor no quiero volver a verlos ni en pintura, aunque si todavía fueran bien en cuanto a efectos... pero es que tampoco: se supone que revitalizan y potencian la luminosidad del cabello teñido y yo no noté nada de nada. Y en cuanto a suavidad, hidratación y aspecto final, pues ídem que con la gama de mango y nuez: un resultado pobre, desenredan y para de contar. No notas suavidad, nutrición, brillo... NADA. Limpian y punto. Probablemente en pelo normal den buenos resultados, pero en cabellos teñidos y/o secos son productos que se quedan cortos.
Al igual que la gama de mango y nuez, ambos productos tienen un precio muy económico para la cantidad que traen, pero aunque sean tan baratos no merecen la pena en absoluto. Así que, champús y mascarillas de Nectar of Nature: siento deciros "Hasta Nunca".
NOTA: 0 / 10
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