Mi actual máscara de pestañas negra y me tiene enamoradísima, qué PASADA. Comenté aquí otra de The Balm, la Scuba, que también me pareció apoteósica... pero es que la Mad Lash me gusta incluso más.
Mad Lash promete lo que todas: volumen y largura extremos y bla bla. Pero es que lo cumple ¡¡y sobradísimo!!.
Remito a mi reseña de la Scuba. Es todo igual pero multiplicado, y una ANIMALADA lo gigantescas que deja las pestañas. El cepillo es un poco curvado pero muy fácil de aplicar, y madre mía qué barbaridad cómo envuelve y agiganta las pestañas quedando ultra larguísimas, rizadas, espesas y más negras que el infierno de AC/DC. Sobre todo destaco la largura, quedan infinitas. No digo más, que a veces si me la pongo de diario modero la cantidad para que no queden tan exageradísimas (en ocasiones especiales o fiestas ahí no, por supuesto). Curiosamente, es de esas máscaras cuya foto publicitaria de cómo luce en las pestañas se queda corta: a mí se me ven mucho más bestias, dónde va a parar. Aunque se agradece cuando no son esos anuncios donde la modelo lleva pestañas postizas, o tienen más retoque que una "influencer" con los filtros.
Mi versión es la pequeñita de 4.5 ml, y como no me maquillo a diario, durará tiempo. La empecé justo hace un mes.
Costó 1.99 euros cuando la liquidación de The Balm hace un par de años en Primor. Actualmente todavía la venden en algunos comercios, a entre 12 y 24 euros. Qué pena que cuando estuvo a 1.99 no pillara varias unidades, pero cómo iba yo a saber que daría estos resultados.
NOTA: 10 / 10