Si no era suficiente mi devoción a lo asiático incluyendo historia, cómics, cine, videojuegos, artes marciales etc etc, ahora también me estoy aficionando a la cosmética japonesa y coreana y más que voy a seguir, pues todo me sale fabuloso y encima no tienen panfleto a diferencia de la mayoría de marcas occidentales.
He comprado en páginas de cosmética asiática como Stylevana, YesStyle y Alpha Beauty, y algunas cosas en Amazon. Uno fue este producto de la prestigiosa firma Shiseido. Quería probar champú japonés ¡y menudo estreno!. El buen hacer y excelencia de los japoneses a la hora de fabricar de todo también se nota en la cosmética y todo lo que he usado es un 10 rotundo, como este champú.
La línea capilar premium Tsubaki de Shiseido abarca champús, acondicionadores, mascarillas, sérums, aceites, etc. Hay diversas colecciones según el tipo de pelo y necesidades (envases rojos, dorados, azules, negros, violeta...). La dorada es Tsubaki Volume & Repair.
Excepto el nombre del champú y el "made in Japan" (¡Deep Purple!), todo el texto del envase viene en japonés.
La fragancia es lujosa, fresca y afrutada / cítrica. Huele a perfume caro con marcado toque oriental floral y es un orgasmón lavarse el pelo con él gracias a su olor ultra femenino, elegantísimo, exótico, evocador, muy japonés. Mira que hay champús con olores alucinantes como el Pomegranate de Salerm que huele a piruleta que te desmayas, o el Original Remedies de coco y aloe con el que parece que estás en una isla tropical, o uno que tengo de TIGI que huele a galleta que flipas. Pero si quieres lujo y refinamiento, Tsubaki es tu champú. Otra que huele poco bien es mi mascarilla de Shu Uemura: tela cómo clavan las marcas japonesas estas fragancias.
Posee una textura que no había visto en otros champús: gel transparente muy cremoso y al mismo tiempo extra ligero, y se siente "aceitoso" (más que champú parece sérum en aceite). Es una textura bastante curiosa -y agradable- y con solo tocarlo ya sabes que va a nutrir lo infinito, como efectivamente hace.
EL MEJOR CHAMPÚ QUE HE USADO A DÍA DE HOY (perdóname, Pomegranate de Salerm). Me encanta TODO: desde el elegante envase que no veas cómo luce en el baño, hasta la textura y el incomparable olor, y claro está, los resultados en el cabello. Desde el mismo momento en el que lo estás masajeando en el cuero cabelludo y va impregnando el pelo mojado ya notas cómo lo suaviza y pule a lo bestia. Porque siempre me gusta usar después mascarilla o acondicionador, que si no, estoy segura de que solo aplicando este champú sin nada más ya se quedaría el pelo fenomenal, de lo brutalmente que suaviza y nutre. Una vez secado al aire se me queda super liso y pulido, suavísimo de que pasas la mano y te falta llorar, suelto, nutrido a tope pero sin apelmazar, y el negro / negro azulado con un mega-brillo que ni el espejo de Blind Guardian.
Trae 490 ml y lo adquirí en Amazon por 20.34 euros. En páginas como Stylevana es un poco más barato. No me parece nada caro entre que es Shiseido y que trae medio litro, amén de la calidad. Lo compré en enero y alternándolo con otros champús lo he terminado en septiembre, así que ha cundido. ¡Y me lo llevé a Grecia! (en botecito pequeño). Ya caerá el champú Tsubaki rojo o igual repito con el dorado, y también pillaré la mascarilla.
Por supuesto, por muy extraordinarios que sean el Tsubaki y similares, no es necesario usar champús de 20 euros ni mascarillas de 50 para tener el pelo bien, sobre todo si lo tienes normal y sin problemas. Yo terminé el Tsubaki hace nada y ahora estoy con el champú y la mascarilla de leche de cabra de Ziaja: también dejan el cabello monumental, y cada uno costó 2 euros y poco.
NOTA: 10 / 10