lunes, 26 de noviembre de 2018

¡Me despido del eyeliner en gel! (no, no es broma)


Nunca pensé que escribiría ésto, pero durante tiempo indefinido me despido de los delineadores en gel. Sí: tan imprescindibles que eran para mí, pues de momento ya no quiero volver a usarlos.

Motivo: son poco manejables, lentos de utilizar. Ahora con lápiz o rotulador me hago la raya negra en escasos segundos, mientras que con el gel => coge el pincel, quítale la tapa, abre el bote, imprégnalo en la crema, haz la raya despacio, cierra el bote, y limpia y guarda el pincel. 

En situaciones de mucha prisa tenía que abstenerme de usar el eyeliner en gel, y en su lugar hacerme la raya con lápiz. Y a la hora de llevarlos por ahí para retocar, obviamente son más cómodos y rápidos los lápices, que tener que llevarte el botecito y el pincel (aunque lo bueno de los geles es que quedan fijos y no hace falta retocar, pero da igual: siempre me gusta llevar un lápiz negro en el bolso o mochila).

Aparte, llevo mil años usando delineadores en gel y me apetece cambiar de formato. Mis predilectos son los de Bobbi Brown, Maybelline y L´Oreal, que es el último que tuve.

Sin duda influye en esta decisión, que recientemente he adquirido delineadores normales que me van de fábula: el rotulador Brushstroke de MAC y el lápiz All Day & Night de I Heart Makeup. Hace siglos me pasé a los eyeliner en gel porque dejan la raya hiper-negrísima y duran todo el día puestos, lo cual no conseguía con los lápices tradicionales. Sin embargo, me encanta comprobar que sí los hay que en resultados poco o nada tienen que envidiar a los geles de botecito: es cuestión de buscar y probar.

EDITO en septiembre 2020: tras dos años con el fabuloso Brushstroke, he vuelto a comprar eyeliner en gel (el de Maybelline).