Mi polvo facial preferido de toda la vida es el Maderas de Oriente, y le seguiría el Fit Me de Maybelline. Son mis dos polvos matificantes predilectos y con ambos he repetido mil veces (el Maderas lo uso desde adolescente). Alguna vez por cambiar puedo probar otro pero siempre regreso a esos dos, sobre todo al Maderas. Y he tenido polvos de 30 euros, pero el Maderas, costando 4, me supera a todos.
Ahora en cambio llevo mucho tiempo usando el Sexy Mama de The Balm, debido a que compré varias unidades cuando la mega liquidación de esta marca en Primor hace un par de años. De sus 18-20 euros originales lo pusieron a 1.99, y fue uno de los muchísimos productos que adquirí. Actualmente todavía lo venden en algunas tiendas por 20-23. Por 1.99 que me costó a mí, pillé varios envases y aún me quedan dos.
Como siempre con The Balm, el envase es encantador con esos preciosos dibujos estilo pin-up / cine clásico. En esta ocasión tenemos a una despampanante mujer en lencería, todo muy vintage. Contiene 6.5 gramos.
Polvo matificante de textura ligera y sedosa, suaviza poros e imperfecciones y aparte de matificar prolonga la duración del maquillaje. A destacar que es traslúcido, o sea, que no tiene nada de color y por ello se adapta a cualquier tono de piel y no altera el color del maquillaje. Puedo usarlo tanto en invierno cuando estoy más pálida como en verano más bronceada, que siempre va a ir genial y sin riesgo a equivocaciones con el color. Hace nada volví a pillar el Maderas pero el tono "Trigueño" me queda oscuro ahora en invierno, así que lo tiré y he retomado el Sexy Mama.
La calidad es perfecta, como todo lo de The Balm. Absorbe la grasa y elimina y previene brillos durante todo el día. También es verdad que ahora mi cutis es normal y es muy raro que me salga brillo, por lo que no soy exigente con los polvos y cualquiera me va a ir bien. Menuda diferencia a cuando era más jovenzuela, que ahí sí tenía la piel como una balsa de grasa. Consigue un acabado sublime e impecable aplicado sobre la base de maquillaje. También lo utilizo sobre piel sin maquillar simplemente para dar un tono matizado y uniforme en ocasiones donde no me maquillo o lo hago muy sutilmente, rollo salidas muy cortas de casa, o cuando iba a la universidad.
No le pongo un 10 por no incluir aplicador y obligarte a tener uno aparte si te llevas el polvo fuera de casa. Y pues hombre, teniendo en cuenta que costaba 20 euros, qué menos que haber incluido alguna borla o brochita. Al menos si tiene espejo. El Maderas sí lleva aplicador (pero no espejo así que estamos en las mismas: obliga a llevar un espejito aparte en el bolso). El mejor en esto es el Fit Me de Maybelline que incluye ambas cosas, espejo y aplicador. Y 5 euros que vale, siendo también un polvo matificante de sobresaliente.
En lo demás, si pudiera encontrarlo habitualmente y otra vez al precio de risa al que lo adquirí, repetiría y repetiría. Pero está descatalogado y lo compré en liquidación, así que cuando termine los que me quedan, se acabó el Sexy Mama. Lo echaré de menos, pues en verdad no tiene absolutamente nada que envidiarle al Maderas. Como polvo matificante es soberbio, y si lo llego a saber hubiera comprado muchas más unidades.
NOTA: 9.5 / 10