He pasado mil años adicta total a mascarillas caseras y aceites naturales en cabello, me los aplicaba muchísimo y en el blog tengo entradas comentando lo bien que me funcionaban. Mis favoritos eran aceite de coco, aceite de oliva con uno o dos huevos, aceite de oliva solo, mayonesa, y agua de arroz. Aparte me he echado muchos otros a lo largo de los años: manteca de karité, yogur natural, plátano, miel, aguacate, champús caseros de cebolla y café, agua de romero, aceite de cacahuete, aceite de sésamo, aceite de lino, aceite de almendras, aceite de ricino, aceite de argán, aceite de girasol... Vamos, que mi cabeza parecía la cocina de Arguiñano.
Y eso que hay aceites y mantecas que son más de uso cosmético que de cocina, como los de ricino, almendras, argán, coco, karité... pero me da igual, ya ni esos me quiero poner en el pelo. Tengo aceite de argán y lo dejaré para rostro. Y aceite de coco sobrante de verano que reservo exclusivamente para esos meses, para proteger el cabello cuando me bañe en piscina o playa. Va a ser lo único que voy a seguir usando. Y porque ya tengo este bote: igual el verano siguiente también prescindo del aceite de coco.
A mi pelo ya no lo toca NADA que no sea champú, mascarilla, y sérum o aceite comercial para desenredar / puntas. Y gel fijador una vez al mes más o menos, si me hago recogido pulido.
¿Motivo del cambio? (ni Pedro Sánchez con sus cambios de opinión) = darme cuenta de que lo único que esas pócimas de la bruja Lola conseguían en mi cabello liso y fino era afinarlo aún más, engrasarlo, ensuciarlo, apelmazarlo, saturarlo y sobrecargarlo. Y sí, daban mucho brillo: "brillo" que no era otra cosa que GRASA por tanto aceite y tanta marranada.
Llevo enero y febrero sin echarme nada casero y mi pelo ha mejorado en todo: está más LIMPIO, suelto, con más volumen, ultra suave, mejor tacto, más brillante (brillo real) y hasta diría que crece más rápido, sin duda por haber dejado de taponar el cuero cabelludo con tanta porquería. También estoy tomando estas pastillas y me están yendo super bien, pero fijo que la mayor parte de esta mejoría ha sido por abandonar las plastas caseras.
Otra ventaja enorme es que ahora no tardo nada en lavarlo: voy directamente a mojarlo, aplico champú, lavo, aplico mascarilla, dejo actuar 5-10 minutos, lavo, envuelvo en toalla para quitar humedad, aplico sérum Uniq One o aceite Orofluido, desenredo con peine Tangle Teezer y dejo secar al aire. En total el proceso completo no me lleva ni 20 minutos. En cambio, cuando aplicaba mejunjes caseros había que añadir entre media hora y una hora (o más) de cuando dejaba actuar el pringue. Mientras que ahora tardo unos pocos minutos desde que aplico el champú hasta que peino y dejo secar al aire.
Aparte, era estúpido aplicar estas plastas, teniendo el pelo sin sequedad ni ningún problema. Cuando lo decoloraba y se destrozaba sí tenía sentido ahogarlo en tratamientos, pero desde que no he vuelto a tocar mi color negro lo tengo fenomenal (y recordar que jamás uso plancha ni secador). Por ello, con un cuidado simple va que chuta. Y si me dices que lo tengo rizado y grueso pues todavía, pero saturar con esos pringues mi pelo liso y finísimo era de ser subnormal.
Vistos los resultados estos dos meses, ya no me vuelvo a echar mezclas con alimentos ni aceites naturales. Todo son ventajas: el pelo mejora infinito, y dejas de malgastar dinero y mucho mucho tiempo. Con un buen champú y una buena mascarilla no hace falta nada más. Los alimentos, para la boca.
Izquierda: octubre, cuando aún lo ahogaba con marranadas de la cocina / Derecha: febrero, dos meses sin echarme nada casero. Atención al brillazo, y hasta parece más abundante
A fecha de hoy, esto de la foto es lo único que toca mi pelo: champú, mascarilla y dos sérum. Y una vez al mes o cada X meses, gel fijador si me hago recogido pulido de noche
(Que nadie crea que Kerastase me hace algo: me parece una marca sobrevaloradísima y dinero tirado a la basura, ya lo comentaré. En la otra casa tengo champú de 3 euros y lo prefiero infinitamente al Kerastase de 20. Y el sérum de Kerastase, 31 euros y otra basura inútil)
Y en la otra casa: champú, mascarilla y aceite comercial