miércoles, 23 de agosto de 2017

Tratamiento reductor intensivo noche - Somatoline Cosmetic


Hace cuatro o cinco meses me regalaron este producto -la chica ya no lo utilizaba-. Se trata del famosísimo tratamiento reductor intensivo noche de la marca Somatoline.

Asegura afinar la silueta y "reducir la grasa localizada" (hoolaaa: el cuerpo jamás adelgaza por partes sino de forma global), "en dos semanas" y sin más esfuerzo que su aplicación constante (a quienes hayan estado comiendo fatal, sin moverse del sofá y ganando peso durante meses o años, en dos semanas una crema les va a obrar el milagro). Y todo eso, "mientras duermes" (cierren todos los polideportivos, parques y gimnasios y dejen de vender material deportivo y alimentos sanos: con esta crema despiertas hecha una sílfide y ya no hace falta hacer ningún esfuerzo durante el día).

Ironías off, seré clara: me resulta esperpéntico que haya mujeres que de verdad confían en que una crema puede eliminar arrugas, borrar la celulitis o adelgazar. Pero nada: a seguir enriqueciendo a las empresas cosméticas mientras ellas se ríen de vosotras en vuestra cara. 

No tengo nada que reducir, como cualquier mujer que se cuida los 365 días del año y no solamente el mes antes de ponerse el bikini. Aun así decidí usar este producto, solo por reírme y constatar mi opinión sobre las cremas "mágicas".

Mi diosa Eva Marie "seguro" que tiene ese megacuerpazo por untarse una crema. La alimentación cuidada y todo el deporte que hace, "no" influirán.


Tras aplicármela diariamente hasta terminar el pedazo de bote, efectivamente mis teorías se confirmaron: mi cuerpo seguía exactamente igual ante el espejo, y a la hora de vestirme no notaba la ropa más suelta. Ni reducción visual en las zonas donde aplicaba la crema, ni menos peso en la báscula... nada de nada.

El colofón fue que el producto, una crema verdosa, me olía fatal. Mira que soy la persona menos tiquis-miquis con olores cosméticos, pero éste en concreto, puafff. Y tras aplicarlo, muchas veces por no decir siempre me dejaba un montón de pellejitos en la piel, como si se "pelara". Vamos: que no es eficaz y encima olía mal y me dejaba la piel como si tuviera roña. Menuda joya.

Que este "tratamiento" sea uno de los cosméticos más vendidos en España costando casi 50 eurazos, me da dolor de alma. No son tontos: el envase tiene aspecto como de producto de hospital, inspira confianza y seriedad. Añade marca de farmacia + precio por las nubes que le presupone "calidad" , y ahí lo tienes: ¡a picar, ingenuas!.

Yo desde luego tengo clarísimo que si alguna mujer dice que ha experimentado reducción con esta crema (o con cualquiera), una de dos: o ha tenido una sugestión de aúpa, o controló la alimentación y/o hizo ejercicio y eso fue lo que realmente le produjo el cambio.

La que quiera seguir creyendo estos timos y gastar dinerales a lo tonto cuando para conseguir un buen cuerpo no hace falta gastar ni un céntimo, ella misma. Claro que siempre será más fácil confiar en una crema "milagrosa" que llevar buenos hábitos durante todo el año.

Disculpas si resulto demasiado directa, pero es que estoy hasta el moño de que nos (os) engañen como a micos.

No debería ni puntuar a este despropósito dado que no era un producto indicado para mí, por no necesitar reducir. Pero aunque me salió gratis, ya solo por el hecho de costar lo que cuesta y haber comprobado que no hace nada, le tengo que poner suspenso absoluto.

NOTA: 0 / 10