viernes, 11 de agosto de 2017

Cuidados del cabello teñido de negro


No hay más que echar un vistazo al blog para ver que soy fanática del pelo obsidiana (hasta le he hecho sección propia).

Alguna vez lo he aclarado; mejor dicho destrozado, dado que al ser tinte negro no me queda otra que decolorar si lo quiero aclarar, y no veas lo "bonito" que se me queda el pelo cuando decoloro. Pero quitando una o dos veces al año que lo aclaro -y a partir de ahora espero que nunca más-, siempre lo llevo negro. Es el color que mejor me queda con diferencia abismal. Por eso soy subnormal cuando me lo quito, pues aparte de exterminarme el cabello, con otros tonos nunca estoy ni la mitad de guapa que con el negro intenso.

Tal y como expliqué aquí, del negro negrísimo me encanta la fuerza de su color, ese mega-brillazo inigualable, que va perfecto a mis rasgos y tono de cabello-piel-ojos, que los maquillajes chulos destacan una barbaridad, que es el color más fácil de conseguir y mantener y no esclaviza ni me estropea el pelo, que le da un aspecto impecable y sanísimo, que no necesito aclarar mis cejas y pega de 10 con ellas (soy castaña oscura pero mis cejas son negras), que da un morbazo tremendo a la cara, hace muy pibón y realza e intensifica los rasgos guapos a lo bestia, que es precioso, exótico, llamativo, salvaje, misterioso, elegante y super sexy al mismo tiempo, y en mi caso ni me endurece ni me echa años: todo lo contrario. Es mi color perfecto de cabello.

Cuando le da el sol a mi adorado negro azulado se ve increíble de brillante, literalmente plateado. Me encanta.

Una de las muchas ventajas de colorear nuestro cabello de negro es que es super fácil de mantener y no exige cuidados esclavizantes como sí sucede con tonos como el rubio o el rojo. Pese a ello, si queremos llevar el color y el pelo bonitos no hay que dormirse en los laureles. A mí un pelo negro natural o teñido sin nada de brillo, con el tono poco intenso y con aspecto seco, quemado o descuidado me parece el horror; casi al mismo nivel que el típico amarillo pollo en el que puedes freír huevos.

El enemigo del tinte negro azulado o ébano es el aclarado: pérdida de intensidad del negro a causa de los lavados, unida a la aparición del odioso reflejo rojo si debajo llevamos restos de tintes más claros, como es por desgracia mi caso. Esto repercute en que a partir de tres semanas más o menos desde que me teñí, me suelan aparecer reflejos rojizos y el negro se vaya aclarando. También depende del tinte: con algunos me empieza a ocurrir a las tres semanas, y con otros supero el mes con el negro intacto.

Qué ganas tengo de que me vaya creciendo el pelo y así eliminar los restos que tengo de decoloraciones, y que así por fin me deje de salir el reflejo rojo. Eso sí: cuando ya llevas muchos meses sin aclarar, el pelo se ha recuperado por completo de la decoloración y tiñes de negro cada mes, al final ya apenas se aclara (y eso cuando lo hace).

Me hace gracia, pues la mayoría de mujeres están obsesionadas con justo lo contrario: aclarar su cabello. Y yo, al revés. En cuanto me veo el negro poco intenso me dan los siete males. Venero el negro recién teñido, cuando se ve tan negrísimo que parece pelo de muñeca.


Para retrasar lo máximo posible el aclaramiento así como realzar el negro, procuro:
  • Lo principal: lavarlo cuanto menos mejor. No digo ser una cochina pero sí intentar espaciar el lavado y no hacerlo todos los días, pues es lo que se come el tinte negro a base de bienDe normal lo lavo tres veces semanales: dos entre semana y una el finde. Alguna vez consigo lavarlo dos veces en toda una semana, pero no es lo habitual. Normalmente el pelo me aguanta limpio hasta tres días: depende del champú y mascarilla que esté usando, y de si he realizado deporte intenso.
  • Lavarlo siempre con agua fría. Potencia una burrada el brillo del negro y no estropea el pelo ni se lleva el color del tinte, como sí provoca lavarlo con agua caliente. Al principio cuesta pero luego te acostumbras: yo llevo muchos años haciéndolo y ahora me sería imposible lavar mi pelo con agua tibia o caliente. Y lo de resfriarse en invierno por lavarlo con agua fría nunca me ha pasado. Por supuesto me refiero a fría normal, no congelada.
  • Sumamente recomendable -aunque yo no lo hago-: usar productos especiales para cabello teñido. En general siempre utilizo champús y mascarillas orientados a pelo seco y dañado (aunque el mío no es así, pero por prevenir). El motivo es que los productos para pelo teñido se me suelen quedar cortos en nutrición y cuidado, y como me tiño todos los meses, tampoco llego a acusar una pérdida de color importante como para necesitar productos que lo prolonguen. Lo ideal sería usar productos para cabello teñido que al mismo tiempo nutran mucho, pero yo no he encontrado ninguno a excepción de éstos, que por desgracia ya no veo en las tiendas. Pero vamos, que siempre será más aconsejable usar los específicos.
  • Nutrición y mimos a tope: el pelo tan negro como mejor luce es estando super hidratado y brillante, amén de que cuanto más sano y cuidado esté el cabello más tiempo durará el tinte. Y eso se consigue no maltratándolo y dándole nutrición: champús y mascarillas nutritivos, sérums, aceites y mascarillas comerciales y caseros. A menudo antes de lavarme el pelo le aplico horas antes un aceite, o mascarillas caseras como la de aceite de oliva y huevo o la de yogur natural. Aceites predilectos: el de coco y el de oliva, aunque hay muchos más. Ahogándolo en aceites y mascarillas mi pelo nunca está seco pese a que lo tiño todos los meses -influye que el tinte negro no machaca al no tener aclarante-. Y cuanto menos usemos aparatos de calor y productos fijadores, mejor (aparte de quemar el cabello, las planchas se "comen" el color del tinte). Jamás uso secador ni plancha, ningún aparato de calor toca mi pelo. Y laca y gel fijador puedo pasar meses sin usarlos. Si tenemos un cabello complicado habrá que hacerle lo que sea necesario, pero si como en mi caso tenemos la inmensa suerte de que lavado y secado al aire ya se queda bonito, cuantas menos cosas le hagamos, mejor.
  • A ser posible, usar productos especiales para cabello negro. Intensifican el tono azabache y evitan la pérdida de intensidad entre lavado y lavado. Yo utilicé los fabulosos champú y mascarilla de Naturaleza y Vida para cabellos negros (comentados en el blog), pero muy lamentablemente, hace tiempo que no los he vuelvo a ver en tiendas. Una pena, porque me tenían enamorada.
  • Productos para intensificar el brillo: los tintes negro ébano y negro azulado ya de por sí tienen un brillo espectacular, el cual podemos aumentar todavía más si utilizamos productos para el brillo capilar como sprays de brillo, sérums, etc.
  • Teñirlo con cierta frecuencia. Junto a lo de espaciar los lavados, sin duda es lo más eficaz para mantener un negro fortísimo y sin rastro de aclarado y reflejo rojo. Yo me tiño de negro azulado todos los meses sin excepción; como mucho dejo pasar mes y medio dependiendo de si el último tinte me ha perdido más o menos intensidad. No hay que tener miedo a teñir mensualmente: si tantísimas mujeres se tiñen de rubio -el color de tinte agresivo por excelencia- cada mes (y menos), no hay que temer a teñir de negro, siendo precisamente el color de tinte que no machaca. Yo lo noto un montón: cuando me teñía de tonos claros mi pelo estaba totalmente asesinado, mientras que ya puedo darme negro todos los meses, que no se me daña nada. Además, los tintes actuales no son como los de hace décadas y cada vez dañan menos, y reitero que el negro no estropea. Y están los baños de color.
  • Masajes capilares: potencian el brillo y también el riego sanguíneo consiguiendo que los tratamientos, aceites y mascarillas penetren mejor en el cabello, incidiendo en un negro más potente y bonito. 
  • Exponerlo lo menos posible al SOL. Esto es lo más importante junto a lo de los lavados y retocar el tinte. El sol aclara el cabello, y en mi caso, para quien lo quiera. En playa y piscina siempre siempre cubro mi pelo con telas, sombreros o gorras, y si voy andando por la calle o estoy sentada al aire libre siempre me pongo a la sombra. Huyo del sol, por el pelo, pero sobre todo por el tema piel / arrugas. Y se nota. Eso sí: el tinte negro azulado no veas cómo luce en verano con el solazo dándole de pleno, el brillo  y reflejo azul son cegadores.
  • Protegerlo del cloro de la piscina y del agua de mar. Si como yo, somos más de bañarnos que de estar tumbadas al sol, hay que proteger el cabello de esas aguas ya que se comen el tinte que da gusto, sobre todo la de piscina. Lo que hago siempre antes de meterme en el agua es untarme en el pelo mascarilla o aceite, a modo de barrera. No queda muy estético llevar esa plasta blanca (si es aceite no, porque parece que llevas el pelo mojado), pero corroborado: haciendo eso el tinte no me pierde color y sobre todo, el pelo no se daña ni reseca nada de nada. Eso de "pelo seco en verano" para mí es desconocido haciendo siempre esas dos cosas: cubrirlo si estoy en la toalla, y untarlo con mascarilla o aceite cuando me meto en el agua. Y ponerse a la sombra siempre que se pueda. Y por supuesto: cuando lleguemos a casa, a lavar el pelo con productos muy nutritivos.
  • Cuanto mejor comamos y vida más sana llevemos más bonito tendremos el cabello, lo cual obviamente influye a la hora de lucir un negro intenso y brillante.
Aunque parezca mucha cosa, en realidad es super fácil cuidar el cabello teñido de negro. Es una de las mil ventajas que para mí tiene este color, que no es nada esclavo. Con estos cuidados básicos, el negro azulado o ébano siempre luce espectacular.