Otra de las mil cosas que adquirí de The Balm, cuando la super liquidación de esta marca hace dos años en Primor.
Mary-Dew Manizer es un iluminador líquido con tonalidad entre champagne y oro: mucho más champagne, no siendo color dorado de esos intensísimos que son prácticamente amarillos (lástima). Es un dorado marfil apagado, muy fino y elegante aunque ya digo, prefiero dorados intensos, pues quedan espectaculares siendo morena. "Dorado egipcio" le llamo yo.
Ejemplo de los iluminadores muy dorados a los que me refiero: paleta Wonder Woman de Revlon, el de abajo a la derecha
Excelente calidad, como todo lo de esta marca. El efecto brillante luce soberbio y es casi metalizado, y como sucede con todos los iluminadores buenos, no tiene nada de purpurina. Su textura líquida-cremosa se aplica y se trabaja muy bien, y el color dorado tan suave es ideal en cualquier maquillaje o tono de piel.
Eso sí: yo prefiero iluminadores en polvo. Paradójicamente me encantan los coloretes líquidos o en crema, pero los iluminadores siempre en polvo a poder ser.
Contiene 5.5 ml. El envase podría haber sido más mono pero bueno, lo que importa es lo de dentro. La caja en cambio sí que está chula con el tradicional dibujo estilo pin-up que caracteriza a los envases de The Balm.
No me entusiasma que no sea en polvo, ni tampoco el diseño simplón del envase, y prefiero iluminadores más dorados... pero ciertamente es un producto de calidad y resultados excepcionales.
Encima suma que me costó liquidado 1.99 euros, cuando su precio original cuando se hallaba en stock rondaba los 16.
NOTA: 9 / 10