Soy incondicional del polvo matificante Maderas de Oriente: el de toda la vida, el de la tapa verde (comentado en el blog). Es el producto estrella de su marca, pero tienen o han tenido otros: perfume, maquillaje líquido, coloretes, polvos bronceadores... Yo solo había usado el polvo normal, y ahora se le suma el bronceador.
Son unos polvos de sol con partículas de terracota que iluminan la piel de forma natural. El acabado es mate. Incluyen protección solar SPF20, y hay varios tonos disponibles.
El mío es el "Arabesco". En el estuche aparenta ser un color bastante fuerte, como chocolate o bronce muy intenso, y puede asustar... pero una vez aplicado con mesura y bien difuminado en rostro o cuerpo queda fenomenal, muy fino a la par que favorecedor. Si además ya somos morenas de natural, el resultado es glorioso.
El diseño del envase, el dibujo de la tapa, el inconfundible olor tan exótico, la caja de cartón, el tamaño de 15 gramos, el precio... todo es igual que con el polvo normal. Se distinguen en que la tapa del otro es verde, y la del bronceador, marrón bronce.
Incluye la misma borla que el matificante. Para ese muy bien, pero para aplicar un polvo bronceador es imposible: se necesita brocha.
El precio, como el polvo normal: entre 4 y 5 euros dependiendo de la tienda. Yo lo compré por 3.50, como regalo con una revista. Cuidado con adquirirlo en según qué establecimientos, pues al igual que el otro polvo, llegan a venderlo por 9 euros.
Lo alterno con un Terracotta de Guerlain que adquirí hace unos meses. Pero si no tenéis ya otros bronceadores, el Maderas me parece sumamente recomendable: muy bueno, muy bonito y muy barato.
NOTA: 10 / 10