Estos dos productos de L´Oreal Professionnel son una pequeña salvación cuando decoloro el cabello y se destroza. Digo "pequeña" porque mejoran su aspecto hasta que acudo a la peluquería a darme un buen corte, que al fin y al cabo es lo único que de verdad resucita al 100% un pelo machacado por decoloración. Que no os cuenten milongas y no perdáis tiempo ni dinero en mil productos "reparadores" y sacacuartos: si se quema => tijera a saco, y ese día tienes otra vez el pelo como nuevo. Más corto, vale, pero estará en perfecto estado e irá creciendo precioso, con las puntas como seda y suavísimo y brillante como antes de decolorar. No como las que se niegan a cortar y prefieren llevarlo largo pero como un estropajo.
Pese a ello, los buenos productos profesionales siempre son gran ayuda para cabello muy estropeado. Y en eso, el champú y la mascarilla Absolut Repair para mí son lo mejor. Los usé el verano pasado tras una decoloración y también este año tras otra deco en abril, y en ambas ocasiones ayudaron mucho a la recuperación de mi pelo hasta que rematé con el cortazo.
Fortalecen y reparan las áreas más dañadas desde la raíz a las puntas. La acción es más intensiva si combinamos los productos y por eso siempre pillo los dos. La mascarilla Absolut Repair se vende como churros, es icono en productos capilares profesionales, y la mascarilla más conocida y demandada a la hora de reparar pelo extremadamente dañado. Reformularon la gama y ahora contienen proteína y quinoa dorada. Los compré por primera vez hace muchos años e igual esa decoloración fue más bestia o a mi pelo le va mejor la nueva formulación, ya que los antiguos no me hicieron nada o casi nada. ¡Menuda diferencia con los actuales!.
Suavizan muchísimo el cabello quemado, ultra-seco, estropajo e hinchado, mejoran el aspecto de las puntas "alambre", me recuperan el liso y el brillo, y contribuyen a eliminar esa horrible textura chicle que adquiere el cabello recién decolorado. Unido al uso masivo de aceites y mascarillas caseras como la de aceite de oliva + huevo, y otros productos como el incomparable Recuperador de Colágeno, el pelo me mejoraba un montón en pocos días. Aunque las puntas seguían pareciendo alambres de lo tiesas y secas que estaban (quemadas), y para solucionar eso siempre me es inevitable el cortazo. Antes cortaba lo indispensable para no perder mucho largo pero ahora me da igual: si decoloro = castigo por subnormal y vuelta al corto, y de paso elimino el 100% de cabello dañado.
No esperéis milagros: lo único que arregla un pelo frito por decoloración es cortarlo. Pero estos dos productos ayudan mucho a esa ansiada reparación. Ante todo, mejoran el aspecto y el tacto hasta que vayas a la peluquería.
En Amazon el champú de 500 ml me costó 18.95 euros, y la mascarilla de 500 ml unos 25. La primera vez me costaron más de 60 euros en una tienda In Faradis y encima el champú llevaba la mitad de cantidad, y como dije, no me funcionaron tan bien como los actuales.
También debo decir, tras haberme hecho mil decoloraciones, que lo que más me recupera el pelo con diferencia abismal (aparte de cortar) es dejarme varias horas aceites de coco, de oliva, de almendras, de argán, manteca de karité, yogur natural, etc. La mascarilla de aceite de oliva + 1 o 2 yemas de huevo = resultados que me río de cualquier mascarilla comercial. Para más potencia se le puede añadir aceite de coco y/o mayonesa. En productos comerciales, el champú y la mascarilla Absolut Repair y el Recuperador de Colágeno de Voltage son mis imprescindibles para restaurar el pelo decolorado. El Olaplex también me fue bien, aunque prefiero infinitamente esos tres.
Y si se puede evitar decolorar, mejor. Cuando no toco mi color negro (el que mejor me sienta) siempre tengo el pelo genial, pero es decolorar y zas = horrenda y me lo vuelvo a poner negro enseguida, pero como se ha destrozado por la deco, adiós pelo largo y precioso. No se puede ser más imbécil.
NOTA: 10 / 10
