Este año me he estrenado con la FABULOSA marca Tarte. Cayeron la paletaza de sombras High Tides & Good Vibes, el no menos impresionante cofre Gift & Glam -incluye paletas de sombras, coloretes, iluminador, bronceador, máscara de pestañas y brillo labial-, el set de nueve coloretes, iluminadores y bronceadores 9 Ways To Shine Cheek Wardrobe, y la paletita de sombras Tartelette Party.
Dicha paleta puede comprarse suelta o en el kit Party On The Go, que incluye la paleta y una mini-máscara de pestañas. Adquirí el último, ya que por un descuento me salía más barato que pillar solo la paleta, y de paso probaba máscara de Tarte.
Tartelette Party es una CHULÍSIMA paletita de sombras con estética hiper-festiva: el estuche resulta una pasada entre el estampado discotequero de luces de fiesta con esas tonalidades de dorados y azul noche, las letras doradas metalizadas y el rosa fuchsia brillante del interior. Entre el precioso diseño y que a mí siempre me ha gustado la fiesta más que a un político mentir, el resultado es que miro este envase y se me cae la baba a dos manos.
Fue mi primera paleta Tarte y me sorprendió la excepcional calidad de los materiales: se siente muy dura, robusta y compacta. Como el resto de paletas Tartelette, es de tamaño pequeño -casi cabe en una mano-, y lo hace comodísimo a la hora de manejarla o llevarla por ahí. El cierre es magnético y lleva espejito.
Curioso que siendo una paleta tan inspirada en la fiesta y la noche, las sombras sean de colores naturales e ideales para diario. Viendo el envase me las habría esperado en tonos oscuros, negros, azules, metálicos... No quiere decir que para maquillajes de noche siempre haya que llevar los ojos con super ahumados oscuros; yo misma en varias ocasiones me he hecho para fiesta maquillajes naturales, o labios intensos + sombras discretas.
Lo bueno es que podremos usar esta paleta a destajo, tanto de noche como de día. Las sombras son muy cálidas, en la gama del marrón / dorado. Y por supuesto, con los nombres asociados a lo festivo:
- Cheers: vainilla claro mate. ¡Tono básico en cualquier paleta de marrones!.
- Pop Bottles: dorado brillante con sutil matiz rosado, preciosa.
- Playlist: salmón anaranjado mate.
- After Party: marrón suave mate.
- Confetti: espectacular marrón cobrizo con brillo dorado.
- Last Call: marrón rojizo mate.
La calidad es sensacional (como con todos los productos que tengo de Tarte). Pigmentación, intensidad, texturas, elegancia y perfección de los acabados ya sean mates o brillantes, finas, cero polvorientas o tizosas, facilidad al difuminarlas y trabajarlas -como sucede con todas las sombras buenas, puedes hacerlo incluso con el dedo-... todo es un 10 rotundo. ¡Suma que huelen a vainilla o pasteles!. Y a las morenas estos colores nos van perfectos. Mi trono en sombras hace tiempo que lo ostenta Huda Beauty, pero Tarte no tiene absolutamente nada que envidiarle. Es más, las pondría al mismo nivel.
En suma: unas sombras descomunalmente buenas (¡menudo estreno con Tarte!), a las que encima se les saca infinito partido debido a sus tonos, y que para colmo vienen en una preciosidad de estuche que encantará a las fiesteras.
Cada una son 0.85 gramos. Puede parecer poco, pero mi sombra "Carbon" de MAC tiene 1.5 y ya hará 10 u 11 añazos que la tengo. Aún queda, y pinta tan genial como el primer día.
La paleta suelta cuesta 22 euros, y si la pillamos en el kit Party On The Go son 23. Por un euro ni os lo penséis, ya que nos llevamos una máscara de pestañas que aunque sean tamaño mini a mí me duran muchísimos meses. Además, conseguí el kit rebajado a 16.95 gracias a un descuento en Sephora por mi cumpleaños. Precio colosal para una paleta que lo flipas de buena, y de regalo la máscara.
Actualmente uso la False Lash Effect de Max Factor y la Damn Girl de Too Faced: la de Tarte no la he estrenado aún, así que la comentaré en un futuro.
NOTA: 10 / 10