La firma japonesa Shu Uemura es sinónimo de lujo, prestigio y calidad superior (y sus precios también). Solo he tenido dos productos: esta mascarilla, y la espectacular paleta de sombras con forma de luna de Sailor Moon, que espero que me dure tropecientos años. Y la mascarilla es cara, pero es que la paleta costó más del doble: 98 euros + envío y aduanas = 120.
La mascarilla la compré como capricho tonto tras el subidón cuando recuperé el cabello tras mi última decoloración -4 de abril del año pasado-. Entre productos profesionales, toneladas de aceites y mascarillas caseras y sobre todo el tijeretazo, conseguí resucitar el pelo en muy poco tiempo, y a modo de celebración quise regalarme algún producto sin importar precio. Por probar algo capilar de Shu Uemura, elegí la mascarilla Ultimate Reset.
Se orienta a cabello extremadamente dañado tras agresiones químicas como precisamente la decoloración. Contiene extracto de arroz cosechado en Hyogo, Japón (lo que quieran contar: seguro que es arroz de tu pueblo de al lado, y más teniendo en cuenta que Shu Uemura fabrica en España). También incluye ceramida y alta concentración en vitaminas y minerales. Repara, nutre, hidrata y promueve la síntesis de colágeno y la elasticidad y restauración de las fibras muy dañadas. Ya tenía el pelo totalmente recuperado y no me habría hecho falta este producto, pero aun así lo pillé, a modo de premio / guinda final de la reparación.
Se considera a esta mascarilla "un milagro" a la hora de reparar cabello destrozado por decolorantes, mechas, planchas, permanentes o alisados químicos... Yo lo siento, pero en mi experiencia con decoloraciones que dejan el pelo para tirarlo a la basura, el milagro se llama TIJERA. Los productos son gran ayuda, no lo niego (y más aún los aceites naturales y mascarillas caseras como la de aceite de oliva + mayonesa + huevo). Aunque es una mejoría muy superficial, suavizando el tacto estropajo y mejorando un poco la apariencia. Pero como tengas el pelo quemado y las puntas como alambres, eso no lo va a arreglar ninguna mascarilla aunque cueste 500 euros. Para volver a tener el pelo 100% como nuevo y en nada de tiempo, lo más inteligente, barato y eficaz con diferencia es ir a la peluquería a que le metan un buen cortazo. Es un putadón y yo el año pasado estuve meses con el pelo tan corto que me daba angustia, pero ahora ya empiezo a tener un largo decente, y lo más importante: melena lisa, negra y brillantísima en perfecto estado y sin el más mínimo problema.
No puedo opinar sobre sus efectos reparadores porque ya lo tenía recuperado cuando la compré, pero da igual, deja el pelo perfecto, suavísimo, nutrido, brillazo, liso pulido... Si bien hay mascarillas mucho más baratas que me hacen LO MISMO. Ahora estoy con la famosa Dream Cream de Lola Cosmetics y me deja el pelo igual o mejor que la de Shu Uemura. Y no costó 48 euros, sino 7, y trae mucha más cantidad.
El olor es ESPECTACULAR: huele totalmente a perfume caro, muy muy floral, afrutado, especiado y oriental -te transporta al Japón de los cerezos-. Fragancia lujosa, femenina y delicada, a la par que ultra intensa. Recuerdo cuando abrí el tarro por primera vez, que se quedó oliendo todo el salón!!!. Ah, y el tarro es elegantísimo y precioso con ese verde oscuro nacarado mezclado con negro. No digo más, que lo he limpiado y guardado para ir rellenándolo con otras mascarillas.
Ha durado un año justo: al principio la usaba una vez cada 15 días o así, y desde hace varios meses pasé a utilizarla solo una vez al mes como tratamiento intensivo de reparación / mantenimiento, justo después de teñir. Y ya no volvía a usarla hasta el siguiente tinte negro un mes después. Por eso ha durado tanto, teniendo solo 200 ml.
La adquirí en Amazon. Fueron 48 euros, pero habiendo durado un año se ha amortizado con creces. Ojo con dónde se compra, pues en otras tiendas la tienen por 60-80 euros.
NOTA: 10 / 10