Aquí comenté el champú y la mascarilla de lino y almendras de Le Petit Marseillais. Eran los únicos productos que había usado de esta marca francesa, y ahora se les ha sumado el acondicionador perteneciente a esa misma línea.
Remito a dicha entrada, pues todo es igual. Con semillas de lino y leche de almendras dulces, este acondicionador suaviza, nutre, fortalece, da brillo y promueve el crecimiento. Lo del crecimiento no hay que tomarlo a risa, ya que cuando estuve usando el champú y la mascarilla, durante ese tiempo y casualidad o no, el pelo me creció muy rápido. Recientemente volví a comprar aceite de lino para el crecimiento.
Pone que se deja actuar solamente un minuto; yo unas veces lo hacía así, y otras lo dejaba más rato. Lo mejor sin duda es el olor, suave y delicado y al mismo tiempo inmensamente dulzón y floral ¡debería tener perfume propio!. El champú y la mascarilla olían igual de bien.
Lo terminé hace poco y lo combiné con el champú para pelo negro de Naturvital. Idéntico a sus dos hermanos: es un acondicionador efectivo pero sencillo y por eso es idóneo para cabello sin sequedad ni problemas, que no exija nada especial. El pelo así lo deja suavísimo y con brillazo, perfecto. Por el contrario, a cabellos estropeados, secos, decolorados etc se les quedará muy corto -como no echarse nada- y deberían optar por productos más potentes y tratantes. Pero ya digo que en pelo normal sin problemas = genial. Aun así, yo prefería la mascarilla (aunque solo fuera porque el tarro era una monada). Pero el acondicionador prácticamente es igualito, huele y funciona idéntico.
El tubo contiene 200 ml. Lo compré en Primaprix, descatalogado y liquidado por 1.75 euros. Por ese precio y con tan buenos resultados no se puede pedir más.
Lástima que Le Petit Marseillais esté tan desaparecida, pues los tres productos de lino y almendras me gustaron mucho y no me hubiera importado probar más cosas. De esta marca era muy popular para el pelo la gama de miel y karité.
NOTA: 8 / 10