Rimmel London es una de esas marcas que me han acompañado desde que empecé a maquillarme, por lo que le guardo bastante cariño. A lo largo de varios años sus productos me han ido fenomenal. Aunque siempre encuentras alguno que te decepciona, como fue el caso de este corrector.
Hide the Blemish es un corrector en barra destinado a camuflar ojeras, granitos y demás imperfecciones. Tiene una cobertura decente pero no es ninguna maravilla: a mí me gustan los correctores de cobertura total y éste se queda corto. Y cubra más o menos da igual, porque se va enseguida: como rocemos la zona maquillada con los dedos el corrector desaparece, y no debe aguantar puesto ni dos horas. Su duración es pésima. Otra joya es que hay que llevar mucho cuidado al difuminarlo con dedos o brocha, ya que debido a su mediocre fijación, te llevas todo el producto con ellos. Hay que trabajarlo con mucha paciencia para que quede bien.
Otro punto, aunque sin importancia (pero suma) es que la tapa color carne es de un material muy endeble, dado que las dos veces que he tenido este producto, a los pocos días de estrenarlo la tapa tenía varias roturas en la parte inferior. Al cerrarla se queda algo apretada, unido a que el plástico es malillo = se raja. A mí la verdad, no me emociona comprar un cosmético y que al poco tiempo mires el envase y parezca que le haya pasado un huracán. Un mínimo de calidad en los estuches nunca está de más, creo yo.
Otro punto, aunque sin importancia (pero suma) es que la tapa color carne es de un material muy endeble, dado que las dos veces que he tenido este producto, a los pocos días de estrenarlo la tapa tenía varias roturas en la parte inferior. Al cerrarla se queda algo apretada, unido a que el plástico es malillo = se raja. A mí la verdad, no me emociona comprar un cosmético y que al poco tiempo mires el envase y parezca que le haya pasado un huracán. Un mínimo de calidad en los estuches nunca está de más, creo yo.
Tiene un rango de tonos bastante bueno y los colores están muy conseguidos. Yo tuve el Ivory y el Natural Beige. Otros puntos positivos: contiene la friolera de 4.5 gramos, su formato en barra es mi preferido en correctores junto a los de tarro, y es baratísimo: no llega a 5 euros. Pese a ello, me parece un corrector francamente lamentable, y no volveré a comprarlo.
NOTA: 2 / 10