Hace años usé una mascarilla de Kallos, la Multivitaminas, que me dejó el pelo fatal. Se me quitaron las ganas de volver a probar nada de esta marca. Hasta que el año pasado piqué con la mascarilla de cereza y con el champú y la mascarilla de coco. Nuevamente me sorprendí, pero todo lo contrario a la primera vez: los tres me funcionaron de maravilla.
Comenté la mascarilla de cereza y hoy es el turno del coco. Adoro comerlo y adoro los productos capilares (y cosmética en general) con ese olor. Fue el motivo de que comprara los de Kallos. No esperaba mucho, y menudo sorpresón.
Contienen aceite de coco y proporcionan cuidado profundo para pelo estropeado o débil (esto siempre es relativo, pues en el mío normal y sin daños funcionan de 10). Hidratan, nutren, aumentan la elasticidad, regeneran, previenen daños y aportan brillo y suavidad. Y tienen siliconas, lo cual a mí me encanta.
Dejan el cabello perfecto, mega nutrido sin apelmazar. Es lo que más destacaría de ambos, su inmensa nutrición. Y sellado, me pulen el liso, brillazo, suavísimo... a mi pelo liso le sientan fenomenal y mi negro azulado o azabache se ve lustroso y con brillo espejo. No apelmazan ni engrasan, que es algo con lo que debo llevar cuidado en champús y mascarillas, ya que al ser tan finísimo corre el riesgo de quedar "lamido" y aplastado. Estos nutren a tope y al mismo tiempo lo dejan suelto y sin sensación grasa o pesada.
Huelen a coco que te desmayas. Solo por eso volvería a comprarlos (si encima dejan el pelo genial, imagina). Me fascina el olor tan exótico y tropical, y si le sumas la textura cremosa y lechosa del champú junto con ese color tan blanquísimo, parece que te estás aplicando coco puro. Y en serio que el olor es un alucine, huelen a coco 100% y super intenso. He probado cosméticos que prometían olor a coco y no estaba conseguido, a diferencia de estos dos.
El colmo es que cada uno solo cuesta 3 euros, trayendo 1 litro de cantidad. Por 6 euros tienes champú y mascarilla para varios meses. Y ahí radica el único "negativo" que pueden tener: los envases son tan gigantes y hay tanta cantidad que corres el riesgo de que pase el tiempo y te acabes aburriendo, pues da la impresión de que nunca se terminan. Siempre pueden alternarse con otros, y si no pues nada, a mirarlo por el lado positivo de que tienes producto para largo tiempo. Y cuidado al usarlos en la ducha, pues recalco lo grandes que son tanto el champú como la mascarilla.
La mascarilla de cereza me gustó, pero no tanto como los de coco. Por eso no sé si en un futuro me animaría a probar más variedades de Kallos, yo creo que ya siempre pillaría los de coco.
Tela con la cosmética de países del Este: de Polonia pongo un templo a los champús y mascarillas de Ziaja, y la húngara Kallos no se queda atrás (aunque si tengo que elegir prefiero Ziaja). Eso sí: dime dónde encuentras champú y mascarilla de un litro por 3 euros, que funcionen tan bien y que huelen a gloria.
NOTA: 10 / 10
La mascarilla también la venden en tamaño pequeño, 275 ml por unos 2 euros. Las mascarillas pequeñas de Kallos son más difíciles de encontrar, no como las versiones grandes
Otro champú con olor a coco es éste de Original Remedies, aunque el de Kallos es más acentuado ya que es coco 100%, y el otro es coco mezclado con aloe. También me flipa cómo huele, pero para olor bestia a coco hay que pillar el de Kallos
Mi otro fetiche cosmético con olor a coco es este gel de ducha. No olvidar la colonia de Mercadona, que ahora tiene nuevo envase