Hasta que descubrí este corrector era 100% fiel al Camouflage Cream de Catrice, que mira que me volvía loca (no usaba otro). Y para mi sorpresa, el de Maybelline me encanta lo mismo o más.
Lo mejor es que ha supuesto mi reconciliación con los correctores líquidos. Siempre preferí los sólidos en tarro o barrita pero Fit Me me ha enamorado. Hacía años que no usaba corrector líquido -el último fue el Double Wear de Estée Lauder-.
El superventas Fit Me! se ha convertido en icono internacional para las devotas del maquillaje (no me extraña). Hay quien lo compara e iguala con correctores de firmas como NARS, no pocos maquilladores en cine y televisión lo utilizan, y la opinión general coincide en que es un corrector extraordinario y sobre todo teniendo en cuenta su precio de risa.
En mi caso, mira que he tenido mil productos de mi querida Maybelline en años y años, pero es la primera vez que utilizo corrector de esta marca. Y menudo estreno...
En mi caso, mira que he tenido mil productos de mi querida Maybelline en años y años, pero es la primera vez que utilizo corrector de esta marca. Y menudo estreno...
Fit Me! promete una cobertura natural que cubre las imperfecciones y aporta luminosidad. Se adapta a la piel gracias a su fórmula con base transparente y posee una textura ultra-ligera no grasa que deja respirar la piel y atenúa los signos de fatiga.
Está feo que yo lo diga pero mi piel carece de imperfecciones y tampoco tengo nunca ojeras: puedo permitirme salir de casa con el cutis lavado sin gota de maquillaje, y muchas veces me aplico las bases sin corrector (de hecho, hasta hace pocos años nunca había usado uno). Debido a mi piel no soy exigente ni con las bases ni con los correctores, aunque como buena friki perfeccionista del maquillaje me gustan esos correctores con cobertura total que te dejan el cutis como con Photoshop, idéntico a los de las revistas y películas. Así me actuaba el Camouflage Cream de Catrice. Y el de Maybelline, pese a que promete cobertura natural y media, a mí me actúa como corrector de cobertura casi total.
Lo que más me gusta es lo tremendamente luminoso que es, como un chute de luz pura al rostro. Queda muy radiante y fresco, sublima la tez. Y yo no es que necesite cubrir pero diría que su cobertura es bastante alta: quizá a mujeres con ojeras u otras imperfecciones se les quede corto, no lo sé, pero en casos como el mío el resultado de Fit Me! es ESPECTACULAR. Lo utilizo como sublimador / iluminador previo a la base de maquillaje, en diversas zonas del rostro. Es cremoso y se trabaja y extiende de maravilla, y no desaparece con el paso de las horas. En eso de marcar líneas o arruguitas no puedo opinar porque no las tengo.
Mi tono es el 15 ("Fair") -el segundo más claro- y se me adapta como un guante. Ni marcas ni efecto mapache, nada de nada: totalmente invisible, se funde al completo con mi piel. Lo combino con mi adorada base Xperience de Max Factor en el tono Beige Linen.
Contiene 6.8 ml y solamente cuesta 4.95 euros. En algunas perfumerías ronda los 6 euros (y 8.65 en El Corte Inglés: sin comentarios), pero yo lo compré al primer precio en Druni. Repetiría sin dudarlo.
El estilizado y elegante envase ha ido cambiando de diseño con el tiempo o según el país: el mío es el de las fotos primera y última -tapa completamente negra y las letras de Fit Me! en el cuerpo del envase-.
NOTA: 10 / 10Está feo que yo lo diga pero mi piel carece de imperfecciones y tampoco tengo nunca ojeras: puedo permitirme salir de casa con el cutis lavado sin gota de maquillaje, y muchas veces me aplico las bases sin corrector (de hecho, hasta hace pocos años nunca había usado uno). Debido a mi piel no soy exigente ni con las bases ni con los correctores, aunque como buena friki perfeccionista del maquillaje me gustan esos correctores con cobertura total que te dejan el cutis como con Photoshop, idéntico a los de las revistas y películas. Así me actuaba el Camouflage Cream de Catrice. Y el de Maybelline, pese a que promete cobertura natural y media, a mí me actúa como corrector de cobertura casi total.
Lo que más me gusta es lo tremendamente luminoso que es, como un chute de luz pura al rostro. Queda muy radiante y fresco, sublima la tez. Y yo no es que necesite cubrir pero diría que su cobertura es bastante alta: quizá a mujeres con ojeras u otras imperfecciones se les quede corto, no lo sé, pero en casos como el mío el resultado de Fit Me! es ESPECTACULAR. Lo utilizo como sublimador / iluminador previo a la base de maquillaje, en diversas zonas del rostro. Es cremoso y se trabaja y extiende de maravilla, y no desaparece con el paso de las horas. En eso de marcar líneas o arruguitas no puedo opinar porque no las tengo.
Mi tono es el 15 ("Fair") -el segundo más claro- y se me adapta como un guante. Ni marcas ni efecto mapache, nada de nada: totalmente invisible, se funde al completo con mi piel. Lo combino con mi adorada base Xperience de Max Factor en el tono Beige Linen.
Contiene 6.8 ml y solamente cuesta 4.95 euros. En algunas perfumerías ronda los 6 euros (y 8.65 en El Corte Inglés: sin comentarios), pero yo lo compré al primer precio en Druni. Repetiría sin dudarlo.
El estilizado y elegante envase ha ido cambiando de diseño con el tiempo o según el país: el mío es el de las fotos primera y última -tapa completamente negra y las letras de Fit Me! en el cuerpo del envase-.