Los champús Flex de Revlon me suscitan pura nostalgia y me retrotraen a mi adolescencia: los usaba a menudo y en el grupito de amigas estaban entusiasmadas con ellos. Luego no sé por qué, dejé de utilizarlos. Por suerte, no hace mucho regresé a sus brazos.
A simple vista pueden parecer malos debido a su combinación de tamaño enorme + precio tan barato, pero la realidad es que en la gama de supermercado son de los champús con mejor formulación y superiores en calidad a muchos más famosos. A diferencia de esos champús con mil guarrerías entre sus ingredientes y que te dejan el pelo más sucio que limpio, los Flex se caracterizan porque son ultra-suaves y respetuosos con el cabello, lo limpian a fondo, no tienen siliconas (aunque yo soy pro-silicona capilar) y hacen que el pelo dure mucho tiempo limpio. Otra cosa que me gusta es que son hiper-cremosos y que tienen un olor muy característico que a mí me encanta: me flipa cómo huelen los champús Flex. Quizá influya el factor nostálgico de hace tantísimos años, no lo sé.
El de Volumen es un tratamiento densificador para cabello fino. Su fórmula enriquecida con keratina se ayuda de eficientes principios activos voluminizadores para aportar al cabello mayor densidad y abundancia, y lo nutre y fortalece en profundidad para aumentar la calidad de la fibra. Gracias a esto se logrará lucir un cabello suave, brillante, protegido y con volumen. Su fórmula equilibrada limpia a fondo, al tiempo que mantiene su hidratación y lo refuerza de la raíz a las puntas mientras le aporta cuerpo y volumen. También contiene pantenol: vitamina que penetra en la fibra capilar y la protege, reduciendo puntas abiertas y aportando brillo extraordinario.
El pelo queda fabuloso: infinitamente limpio y suelto, con cuerpo, nutrido y brillante. Posteriores a este champú he utilizado diversas mascarillas pero corroboro que el champú de por sí ya noto que deja el pelo fenomenal.
Como dicta la lógica y como siempre digo: si tenemos el cabello estropeado o con algún tipo de problema seguramente este tipo de champús se nos vayan a quedar cortos, y en su lugar deberíamos acudir a productos más intensivos y a ser posible profesionales. Pero si tenemos el pelo en perfecto estado, con el Flex iremos sobradas.
Como dicta la lógica y como siempre digo: si tenemos el cabello estropeado o con algún tipo de problema seguramente este tipo de champús se nos vayan a quedar cortos, y en su lugar deberíamos acudir a productos más intensivos y a ser posible profesionales. Pero si tenemos el pelo en perfecto estado, con el Flex iremos sobradas.
El botellón contiene 650 ml y ronda los 3 euros de precio.
Lo compró mi madre y lo he usado algunas veces a pesar de que yo vaya comprando los míos, pero es que ya digo que me encantan los Flex. En un futuro compraría uno para mí: el de argán me llama muuuucho.
NOTA: 9.5 / 10
