Me gustan mucho los desodorantes Rexona: para mí son los mejores. Aunque no me cierro a probar otras marcas.
La semana pasada terminé éste, de la colección Algodón. Como todos los Rexona, ofrece máxima eficacia y protección y es anti-transpirante. Es suave, delicado y fresco, a lo cual ayuda su fragancia neutra y olor a limpio con ligerísimas notas florales -imperceptibles-, siendo por tanto un desodorante básico en el sentido de que no es de esos perfumados con aromas golosos o exóticos, como el anterior Rexona que tuve (Tropical; comentado aquí).
Al igual que ese, el de Algodón también posee tecnología MotionSense: según Rexona, la eficacia del producto se activa con el movimiento corporal ("cuanto más te mueves, más te protege") -quisiera verlo después de una sesión de deporte de las mías-. No me creo esas monsergas publicitarias (igual que lo de "48 horas"), por no decir que me da la risa pero bien. Aunque dejando de lado los nombres chorras y super científicos y atrayentes para que el cliente pique, lo importante es que cumple su promesa y es eficaz en el tema anti-olores y sudoración.
Solo escribo "eficaz" y no "totalmente eficaz", porque me dió la impresión de que el anterior Rexona que tuve era mejor. El de Algodón estuvo bien, pero para ser un Rexona se me quedaba un poco corto. Aparte, prefería el olor del Tropical. No es que el Algodón huela mal ni mucho menos (más bien: no huele a nada), pero la sutil fragancia afrutada del otro me gustó más. Y qué demonios: su envase rosa, también.
Es formato roll-on y contiene 50 ml que cunden un montón: al igual que el otro, me ha durado cerca de seis meses. Su precio varía entre 1.80 y 2 euros y poco, dependiendo de dónde se compre.
No repetiré. Para ser Rexona me ha parecido un desodorante normalito, y ya digo que me gustó más el Tropical.