Alguna vez he comentado casos en los que un mismo cosmético varía mucho de calidad dependiendo del color. Esmaltes de uñas, lápices de ojos, etc etc que perteneciendo a la misma marca y gama resultan mejores o peores dependiendo del tono que tengan. Es algo curioso (y frustrante), pero sucede. Serán cosas de la formulación de cada color.
En mi caso se ha vuelto a repetir con estas sombras en crema de Maybelline: las famosas Color Tattoo.
Aquí comenté la primera sombra que compré de esta colección: la violeta "Endless Purple" (preciosa). Y como expliqué en la reseña no me termina de entusiasmar, porque si bien queda genial y es cierto que dura puesta lo que le eches, cuesta un poco de trabajar. Le falta cobertura y consistencia; es demasiado ligera y al aplicarla resbala sobre el párpado, dificultando que se fije sobre la piel y teniendo que dar varias pasadas hasta conseguir una buena cobertura de color.
Pues ayer compré otra Color Tattoo. Esta vez en color negro: "Timeless Black".
Pues ayer compré otra Color Tattoo. Esta vez en color negro: "Timeless Black".
Quedé pasmada cuando la probé en la tienda: a diferencia de la violeta, la negra tiene una cobertura, pigmentación e intensidad alucinantes y se siente mucho más consistente, no resbala ni se come el color. El negro es brutalmente potentísimo: probé un montón de sombras negras de diversas marcas y ésta era con diferencia la que dejaba el negro más fuerte, siendo el resto más grises que otra cosa. Y se me fijó tanto en la piel, que luego en casa tuve que frotar de lo lindo hasta que se fue.
Costó 5.95 euros en una perfumería. La violeta fueron tan solo 1.50 euros en Dealz, pero solo tenían ese color. En las perfumerías habituales tienen todos los tonos, aunque a su precio oficial, claro. Y las han rebajado, porque antes las Color Tattoo rondaban los 8-9 euros.
Lo dicho: menudo sorpresón, de cómo cambia a veces la calidad de un mismo producto, dependiendo de su color.
NOTA: 10 / 10
