Una vez terminado el pack de tres bálsamos labiales con macadamia y karité de Mildeen (tremendos), me hice con éste de Yves Rocher. Y tal y como suponía, no le llega al de Aldi ni a la suela de las botas.
Es su bálsamo hidratante con aroma a vainilla -hay más variedades-. Nutre los labios con su fórmula suave y cremosa y contiene manteca de karité y vitaminas que ofrecen confort e hidratación inmediata. Contiene 4.8 gramos.
Como la mayoría de productos Yves Rocher, es muuuuuuuy normalito.
En primer lugar, el olor a vainilla es tan sutil que apenas se aprecia. Yo esperaba una fragancia más intensa, y menuda decepción. Huele bien pero ya digo que no se nota casi.
Como bálsamo: bien pero nada del otro jueves. Es el típico que te deja la capa superficial hidratante y al rato es como si no te hubieras echado nada. No sientes que nutra realmente. Es agradable cuando lo aplicas, pero es un alivio momentáneo y ya. Y como bebas o comas: adiós.
Solo cuesta 1.95 euros. Es uno de los pocos productos de Yves Rocher realmente baratos para su calidad -es una marca que se sube mucho a la parra con los precios, cuando reitero que es bastante normalita-. De haber sido más caro me habría indignado y le habría puesto mucha menos nota, pues ya digo que es un bálsamo muuuuuuy corriente y los hay mil veces mejores a igual precio e incluso más baratos (el pack de Aldi, con tres bálsamos por 1.99).
Lo estoy usando varias veces al día, por hidratación, y a ver si lo termino cuanto antes.
NOTA: 5 / 10