Este famosísimo producto fue el primer labial semi-permanente de duración extrema o "tatuaje". A raíz de su gigantesco éxito (el cual se mantiene tras décadas de su lanzamiento, siendo una de las barras de labios más vendidas del mundo) le surgieron infinidad de imitadoras, sin que ninguna haya conseguido hacerle sombra a día de hoy.
LipFinity es un labial en dos pasos que asegura una permanencia mínima de 8 horas. Se compone del labial en sí, y de un bálsamo hidratante aparte.
El labial de color es de textura crema-líquida y se aplica con pincel. Su acabado es mate, y no reseca los labios a diferencia de muchas barras semi-permanentes. Eso sí: pese a que no nos deje los labios como una lija, tampoco es tan humectado como las barras convencionales más hidratantes y cremosas. De todas formas ya digo que no es un labial incómodo o reseco, pero habrá quien siga prefiriendo las barras cremosas de toda la vida, aunque duren menos.
Tras aplicar el color esperamos unos segundos a que haya quedado completamente fijo, y es entonces cuando usamos encima el bálsamo transparente: aporta brillo a los labios y los mantiene hidratados a lo largo de las horas. No es imprescindible su uso, sobre todo si preferimos un acabado mate. Pero sí es recomendable dado que deja un brillo muy bonito e hidrata un montón. Usando este bálsamo encima del LipFinity de color, es como si lleváramos puesta una barra de las cremosas. También puede utilizarse solo, a modo de gloss transparente o bálsamo. Viene incluido con el labial normal pero también se vende suelto.
Respecto a la característica estrella del Lipfinity (la duración)... la cumple, si bien NO es infalible. Permanece inalterable en los labios durante muchas horas, siempre y cuando no comamos y bebamos. A mí no me consigue resistir del todo bien una comida: se desvanece ligeramente y tengo que retocarlo después. Aunque comparado con un labial convencional dura infinitamente más, desde luego. Pero reitero: no creamos que nos va a durar todo el día como recién puesto. Pero si mantenemos la boca tranquila, sí es verdad que esta barra es a prueba de todo y no comenzará a desvanecerse hasta muchas horas después.
Lo que en realidad no me emociona de este labial, es el rollo de tener que utilizar y llevar las dos barritas cuando voy por ahí, en lugar de un solo producto como sucede con los labiales de toda la vida. Pero vaya, que tampoco es un drama.
He tenido varios LipFinity a lo largo de los años: rojos, rosas... El último fue el tono "Spicy" (foto inferior), el cual es un bonito marrón chocolate bastante vivo y que favorece infinitamente si eres morenaza.
Su precio ronda los 14-15 euros, si bien es posible adquirirlo más barato si buscamos bien, tanto en tiendas físicas como en páginas online.
Un labial excelente (si bien no es tan infalible como promete), y al que se le agradece enormemente no ser de esos labiales de extrema duración que te dejan los labios sequísimos. Repetiría.
NOTA: 9.5 / 10